Sesenta empleados protestaron pacíficamente a las afueras del centro asistencial para exigir el pago de sus sueldos y alertar sobre el posible cierre de la empresa.
El atraso en el pago de seis meses y la advertencia de un cierre inminente llevaron a que sesenta empleados de Cardiovida realizaran un plantón pacífico en la entrada del hospital Julio Méndez Barreneche. La protesta, marcada por pancartas y pitos, busca visibilizar la crisis que enfrenta la entidad encargada de los servicios cardiovasculares, los cuales se encuentran suspendidos.
Los manifestantes responsabilizan a las disputas políticas internas del centro médico por la difícil situación que atraviesan, afectando no solo a los trabajadores, sino también a los pacientes que requieren atención especializada.
La protesta se desarrolló de forma pacífica, pero con un claro mensaje de urgencia: el pago inmediato de lo adeudado y una solución definitiva para evitar que la empresa cierre sus puertas.
Y.A.