Tú vienes con tus ojos descalzos

Juan Colón
Juan Colón

Por  Juan Colón Castillo

Tú vienes con tus ojos descalzos.
Te adentras justo en el poema
que ahora nace,
y te inclinas-
como rama nocturna
de avellanas
y estrellas.
Suben los minerales del subsuelo.
Los tambores de mi sangre
tejen un merengue
hecho de carne y sueño.
El aire,
ya no bestia indomable
entre tus piernas.
El temblor,
ya no fuego helado
ante tu sonrisa.
Mi alma
comenzaba
a alcanzar
su estatura.
Entonces,
la interrupción:
-Se acabó el gas, señor.
Hay que buscarlo.
¡Qué falta de respeto
a la poesía!
Una hora después,
regreso.

ya estás derramada.
Hay agua salada
en el papel.
No sé
cómo seguir.
Ya olvidé
si te tuve
o si morí de esperanza
antes
de que tú me amaras.