En el marco de la celebración por los 500 años de fundación de Santa Marta, la ciudad y su Diócesis han presentado una medalla conmemorativa como símbolo permanente de gratitud a Dios y a todas las personas que han tejido, paso a paso, la historia samaria.
La medalla presenta dos caras. En la primera, destaca en relieve la fachada de la Catedral Basílica de San Miguel y El Sagrario, templo principal de la Diócesis y sede episcopal desde finales del siglo XVIII. Este lugar sagrado, que ha sobrevivido a la destrucción de dos catedrales anteriores por invasiones y desastres naturales, es reconocido como madre de todas las jurisdicciones eclesiásticas de Colombia. La inscripción en latín que la rodea, Omnium columbianae ditionis ecclesiarum mater, así lo confirma, acompañada de la leyenda Sanctae Marthae, MMXXV.
La otra cara rinde homenaje a la Virgen Inmaculada, la imagen mariana más antigua de la ciudad y de la Diócesis. Su presencia ha acompañado la historia samaria como madre e intercesora, motivo por el cual fue proclamada en 1745 por el cabildo municipal como gobernadora de la ciudad y capitana del puerto. Alrededor de su imagen se leen dos frases en latín: Tota pulchra es, María, et macula originis non est in te (“Eres toda bella, María, y en ti no hay pecado original”) y Quingenti anni in fide, evangelizatione et cultura (“500 años de fe, evangelización y cultura”).
Este emblema conmemorativo no solo celebra la historia, sino también la devoción que ha marcado la identidad de Santa Marta. Algunas de las medallas han sido puestas a la venta por 50.000 pesos, permitiendo que quienes lo deseen conserven un recuerdo tangible de una fecha que quedará grabada en la memoria colectiva.