Paro armado en sur de Bolívar podría terminar hoy, pero confrontaciones seguirán: obispo de Magangué

Monseñor Ariel Lascarro advierte que, pese al posible fin del paro del ELN, la violencia en el sur de Bolívar continuará por la disputa territorial con el Clan del Golfo y las disidencias de las FARC.

Aunque el Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunció la posibilidad de finalizar el paro armado en el sur de Bolívar este jueves 7 de agosto, la violencia que afecta a esta región está lejos de concluir. Así lo advirtió Monseñor Ariel Lascarro, obispo de Magangué, en una entrevista radial.

Desde hace más de dos semanas, esta zona del país vive una aguda crisis humanitaria debido a la confrontación entre el ELN, en alianza con disidencias de las FARC, contra el Clan del Golfo por el control del territorio. Municipios como Santa Rosa del Sur, Montecristo y corregimientos como La Marizosa, San Luca, Canelos, Villa Flor, Fátima y Buena Vista han sido los más afectados.

“El terror ha causado el desplazamiento de las personas a Santa Rosa o lugares más cercanos. Se han tenido que ir a pie desde las veredas a los municipios más cercanos por el miedo y por cuidar sus vidas”, expresó Monseñor Lascarro.

Según el obispo, más del 52% de los habitantes del sur de Bolívar están actualmente viviendo en Cartagena, huyendo del conflicto armado que no da tregua. Aunque el ELN emitió un comunicado en el que plantea levantar el paro, el líder religioso enfatizó que “las confrontaciones entre grupos armados van a continuar”.

Ante este panorama, Monseñor Lascarro pidió al Gobierno Nacional retomar las negociaciones de paz para evitar que más civiles se vean atrapados en medio del fuego cruzado. “La única manera de que el conflicto se disminuya es por medio del diálogo… El ELN toda su vida vivió ahí y no quiere que le quiten la fuerza que tienen en el sur de Bolívar”, afirmó.

Uno de los impactos más graves ha sido en la educación. Los niños de la región llevan más de una semana sin clases debido al confinamiento forzado, lo que evidencia el deterioro de la cotidianidad por causa de los grupos armados ilegales.

La situación sigue siendo crítica y, aunque podría levantarse el paro armado, la paz aún está lejos de llegar a este territorio golpeado por décadas de abandono y guerra.

Y.A.