Bolivia sueña con el repechaje y se juega una final ante Brasil en El Alto

Antonio Carlos Zago, técnico de Bolivia, y Carlo Ancelotti, seleccionador de Brasil, se preparan para un duelo clave en septiembre por las Eliminatorias al Mundial 2026.

La posible ausencia de Carlo Ancelotti y un Brasil alterno en la próxima fecha eliminatoria abren una oportunidad de oro para que La Verde se mantenga con vida rumbo al Mundial 2026.

La selección boliviana enfrenta una de sus últimas y más importantes oportunidades en las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026. El próximo 9 de septiembre, La Verde recibirá a Brasil en El Alto, y el entorno futbolístico del país ya respira ilusión: una victoria en casa podría marcar el renacer de una campaña que aún mantiene la esperanza del repechaje.

Los focos están puestos en la posible ausencia del técnico Carlo Ancelotti, quien, según medios brasileños, podría perderse el compromiso en Bolivia por recomendaciones médicas relacionadas con los efectos de la altitud. Aunque la decisión aún está siendo evaluada por el cuerpo médico de la “Canarinha”, la noticia ha encendido las alarmas en el entorno brasileño y ha multiplicado el entusiasmo en territorio boliviano.

Además, existe una alta probabilidad de que Brasil dispute el partido con un equipo alterno, considerando que ya tiene prácticamente asegurado su cupo al próximo Mundial. Este contexto, lejos de reducir el desafío, fortalece la convicción de los dirigidos por Antonio Carlos Zago, quienes se preparan para disputar un duelo que podría cambiar el rumbo de su historia reciente.

La combinación de un triunfo ante Brasil y un empate como visitante frente a Colombia colocaría a Bolivia en zona de repechaje, alimentando el sueño colectivo de regresar a una Copa del Mundo después de décadas de ausencia.

Mientras los entrenamientos se intensifican, la esperanza crece en cada rincón del país. Las calles de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz palpitan con una sola consigna: “Sí se puede”. La afición, más comprometida que nunca, se alista para colmar el estadio y convertirlo en una verdadera fortaleza.

El partido ante Brasil no será uno más. Podría ser el punto de inflexión que Bolivia necesita para volver a soñar en grande.

Y.A.