Por: Orlando Andrade Gallardo.
La convivencia y cultura ciudadana es un hecho social que ocupa muchos espacios en foros, conversatorios, tv, prensa escrita y otros medios de comunicación para explicar la Importancia de las buenas relaciones interpersonales, debido al incremento de la intolerancia en ciudades y zonas rurales. Las constantes quejas de parroquianos en estaciones e inspecciones de policía, por causas insulsas que puede solucionarse con un simple dialogo entre vecinos desapareció en los barrios y se impone la violencia y enfrentamientos sangrientos. La policía ha tenido que complementar códigos y normas de convivencia para disciplinar al ciudadano anárquico y problemático y evitar conflictos mayores, pero las quejas continúan, desde denunciar a su vecino que la gallina se pasó a su patio, hasta el ex compañero de parranda que llamo al inspector que el equipo de sonido está muy alto y no lo deja dormir. El más irónico fue el vecino que demando a su colindante porque las ramas del árbol de mango, que en cosecha disfruta de ese manjar, no lo dejan dormir cuando tropiezan con el techo en época de brizas. Otro insólito, es enviar desde la capital a un alto funcionario a investigar porque tal persona voto en un corregimiento de la costa, sin residir en esa localidad, diligencia que podía adelantar el personero y evitar desplazamiento, viáticos y honorarios. En fin, las quejas ciudadana no cesan, cada día aumentan y las oficinas de juzgados atiborrados de demandas sin resolver por estar los funcionarios atendiendo problemas banales y sin trascendencia. Esta puede ser una de las razones que los delitos de alto impacto social, finalicen venciéndose los términos y criminales salgan de las cárceles.
El problemas se agrava por la cantidad de normas que contienen los códigos y cada día se promulgan más sin ningún control por ser Colombia un país de conflictos; los ejemplos apuntan a ciudadanos del común que viven en sectores populares y es posible que desconozcan el perjuicio que causan al sistema En los casos de altos funcionarios de los poderes públicos que conocen de cerca la congestión de las entidades que administrar justicias y demandan a su contrarios políticos, sin pruebas contundente, es injustificable y saboteo al gobierno. Trataremos de reseñar el más reciente: En enero una senadora del CD, demando al director de COLPENSIONES Jaime Dussan por no cumplir con los requisitos para desempeñar el cargo y sostenía que el postulado debía tener título de posgrado y la junta directiva había ignorado este requisito y lo nombro. La demandante presento actas de la junta, por lo tanto Dussan debía renunciar inmediatamente. El director respondió que los documentos de la convalidación de posgrado estaban en el ministerio de educación y su trámite estaba demorado, lo que se comprobó y el doctor Dussan continúa en su cargo. Como este caso de la senadora del CD, en los estrados judiciales, según información periodística más del 75% de demandas son políticos para dañar la imagen del contrario, sin reflexionar la gran afectación y perjuicio que causa a las autoridades judiciales. Y no pasa nada. Cuanto costo el desplazamiento del funcionario de Bogotá al corregimiento? Cuanto costo al gobierno la investigación en el caso Dussan? Quien paga todos estos gastos, que podrían evitarse?
De todos estos juicios por muy simples y complejos, lo que prima es la razón y la verdad. Y quien mejor explica esta teoría, es el filósofo y sociólogo Hibernas de la escuela de Frankfort, en su acción comunicativa. En las actividades sociales la verdad es la esencia de los debates y en los estrados judiciales aún más, por las mismas connotaciones jurídicas y el juicio del ex presidente Uribe Vélez es un ejemplo por su misma complejidad. El concepto de verdad es determinante para aclarar cualquier conflicto, grande o pequeño, afirmaba el filósofo que un enunciado es verdad cuando se refleja un estado de caso real, la verdad no es una propiedad de la afirmación. La gente se pregunta cuando una verdad tiene pretensión de verdad? Y cuales son las fuentes del error?, de las preguntas surgen variedad de respuestas, lo evidente es que un enunciando es verdadero cuando está próximo a la realidad, la dificultad puede presentarse en la correspondencia que debe existir entre el enunciado y el hecho. Agrega el sociólogo, que la verdad universal, se mide por la exigencia de alcanzar un consenso racional. Sera que todo esto se presentó en el juicio de Uribe y cuanto le cuesta a la nación todo el proceso.