La Armada Nacional, a través del almirante Ricardo Rozo, explicó que la isla Santa Rosa surgió por sedimentación natural en los años 70 y no forma parte de los acuerdos históricos entre ambos países, por lo que su soberanía debe definirse mediante diálogo binacional.
En medio del aumento de tensiones diplomáticas entre Colombia y Perú, el comandante de la Armada Nacional, almirante Ricardo Rozo, entregó una explicación detallada sobre el conflicto en torno a la isla Santa Rosa, un territorio que no figura en los acuerdos fronterizos históricos y cuya soberanía, según explicó, debe resolverse a través de canales diplomáticos binacionales.
El origen del conflicto se remonta al Tratado Lozano-Salomón de 1922, que estableció el río Amazonas como límite fronterizo. Posteriormente, en 1929, se hizo un inventario de islas que asignó Chinería a Perú y Ronda a Colombia, situación que derivó en un enfrentamiento bélico entre 1932 y 1933, resuelto mediante el Protocolo de Río de Janeiro de 1934, el cual ratificó el uso del talweg (la línea más profunda del cauce del río) como frontera.
Sin embargo, la isla Santa Rosa, en el centro del debate actual, no existía en aquella época. “Esta isla no es Chinería, es otra formación completamente nueva”, aclaró el almirante Rozo, quien explicó que su aparición data de los años 70, producto de procesos naturales de sedimentación del río Amazonas.
Con base en el derecho fluvial internacional, Rozo afirmó que toda nueva isla formada de manera natural debe ser evaluada por mecanismos binacionales, en este caso por la Comisión Mixta Permanente de Inspección de Frontera (COMPERIF). Esta instancia ya fue activada por la Cancillería colombiana para revisar la situación.
“El tema de la situación de la isla Santa Rosa es claramente un asunto que compete a la Cancillería, como responsable de los temas diplomáticos del país”, enfatizó Rozo. Añadió que tanto el presidente de la República como la canciller ya se han pronunciado para dejar clara la postura oficial del gobierno colombiano.
Finalmente, el alto oficial subrayó que, más allá del desacuerdo, las relaciones entre Colombia y Perú han sido históricamente positivas, especialmente en materia de cooperación militar y lucha contra el crimen organizado en la Amazonía. “La dinámica criminal en la frontera es activa, y por eso hemos trabajado de manera muy coordinada con las fuerzas militares del Perú”, señaló.
Entre las acciones recientes, destacó el encuentro en Puerto Leguízamo entre el excomandante general de las Fuerzas Militares de Colombia, Helder Giraldo, y sus pares de Perú y Ecuador, para fortalecer estrategias conjuntas de seguridad en la región.
Y.A.