Más de 60 barrios resultaron afectados tras el torrencial aguacero; el presidente Gustavo Petro ordenó la presencia de su equipo ministerial en la ciudad para evaluar daños y entregar ayudas humanitarias.
La ciudad de Santa Marta enfrenta una grave emergencia invernal tras el torrencial aguacero que azotó su perímetro urbano en la jornada anterior. Como respuesta inmediata, el presidente de la República, Gustavo Petro, anunció su llegada a la capital del Magdalena junto con miembros de su gabinete ministerial para verificar los daños causados por las lluvias y coordinar la entrega de ayudas humanitarias.
“El Gobierno debe estar en Santa Marta y dar la mano al pueblo de la resistencia”, expresó el mandatario, confirmando su compromiso con los ciudadanos que han perdido sus bienes, hogares y tranquilidad tras la avalancha de agua que sorprendió a toda la ciudad.
Más de 60 barrios resultaron damnificados, según reportes preliminares. Decenas de familias lo han perdido todo: enseres, electrodomésticos, camas y hasta sus vehículos, muchos de los cuales fueron arrastrados por la fuerte corriente que se formó en distintas vías del sector urbano.
La situación es crítica y persiste, pues se pronostican nuevas lluvias para el día de hoy, lo que mantiene en alerta a las autoridades locales y nacionales. El Gobierno ha activado un plan de respuesta que incluye la evaluación técnica de los daños, el censo de damnificados y la activación de ayudas inmediatas.
La presencia del presidente y su equipo en el territorio se interpreta como un gesto político de cercanía y urgencia ante una catástrofe que tomó por sorpresa a la población samaria. En palabras del jefe de Estado, el objetivo es claro: “estar donde más nos necesita el pueblo”.
La comunidad espera que esta visita no solo deje promesas, sino acciones concretas para reconstruir lo perdido y prevenir futuras emergencias, en una ciudad que históricamente ha padecido por la falta de planificación en su infraestructura pluvial y la lentitud de respuesta institucional.
Y.A.