Tras haber obstaculizado recursos claves para prevenir emergencias, algunos diputados ahora se erigen como voceros del drama ciudadano en redes sociales. La doble moral política ahonda la crisis estructural del departamento.
Por: Juana de Arco.
DIARIO LA LIBERTAD.
En un departamento tan golpeado por la naturaleza como el Magdalena, donde cada temporada de lluvias amenaza con poner en jaque la vida de miles, el manejo político del riesgo no puede ser un asunto de cálculo electoral. Sin embargo, eso es precisamente lo que ha ocurrido en la Asamblea Departamental, donde diputados como Ángela Cedeño y Rafael Noya —entre otros— han hecho gala de una incongruencia que raya en el cinismo: bloquearon recursos esenciales para prevenir emergencias, y ahora, sin sonrojarse, aparecen en redes sociales clamando “ayuda urgente” para las comunidades que ellos mismos dejaron expuestas.
Este viraje discursivo no es anecdótico: es el síntoma de un modelo político decadente que usa la tragedia como escenario para la auto-promoción y la manipulación mediática. En una sesión de la Asamblea, se propuso incorporar al presupuesto vigente recursos fundamentales para obras de mitigación de riesgo, drenajes pluviales, gaviones y sistemas de alerta temprana. La mayoría de los diputados —incluyendo los mencionados— se opusieron o se abstuvieron de aprobar estos fondos, bajo excusas técnicas y argumentos administrativos que no resisten el menor análisis ético.
La narrativa se invierte cuando las calles se inundan, los puentes colapsan y las familias pierden sus enseres. Este domingo 3 de agosto, Ángela Cedeño escribió en su cuenta de X: “Es #URGENTE que toda la institucionalidad (…) esté en disposición activa para atender a las familias samarias que han sufrido afectaciones…”.
Es #URGENTE que toda la institucionalidad de la alcaldía @SantaMartaDTCH , gobernación @MagdalenaGober y diferentes autoridades estén en disposición activa para atender a las familias samarias que han sufrido afectaciones productos de las fuertes lluvias del día de hoy.
La…
— Angela Cedeño Ruiz (@Angelacedeno30) August 4, 2025
Minutos después, Rafael Noya publicó una foto impactante de una calle de Santa Marta sumergida en agua. Pero la comunidad digital, más despierta que nunca, no tardó en señalar la hipocresía: ¿cómo pueden ahora pedir acción quienes bloquearon los mecanismos para prevenir el desastre?
Mi solidaridad con los cientos de damnificados por las fuertes lluvias en Santa Marta, hoy más que nunca necesitamos del trabajo de todos para atender la emergencia que atraviesa la ciudad.
Me informan que son muchos los sectores afectados, hago un llamado urgente a la @UNGRD,… pic.twitter.com/dlWvEFZEQI
— Rafael Noya (@rafaelnoyag) August 4, 2025
Este episodio pone sobre la mesa dos falencias estructurales: la falta de ética pública y la irresponsabilidad legislativa. La prevención no puede depender del humor político del momento ni de la conveniencia mediática. Un servidor público decente actúa antes del caos, no posa entre escombros o fango para sumar “me gusta”.