La víctima, de tan solo 10 años, fue una de las niñas rescatadas en las selvas del Guaviare tras el accidente aéreo ocurrido en 2023. El agresor la sometió durante tres años bajo amenazas.
En una sentencia que genera repudio y reflexión, un hombre fue condenado a 32 años de prisión por haber abusado sexualmente de su hijastra de 10 años, en el resguardo indígena Puerto Sábalo – Los Monos, ubicado en el municipio de Solano (Caquetá). Los hechos se conocieron tras el rescate de la menor en las selvas del Guaviare, luego del accidente aéreo que conmocionó al país en junio de 2023.
La condena fue dictada por una juez penal de conocimiento de Florencia (Caquetá), tras escuchar las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la Nación, que logró demostrar que entre 2020 y 2023, el procesado sometió a la niña a constantes abusos sexuales e incluso la amenazaba para que no revelara lo que estaba viviendo.
La menor hacía parte del grupo de niños rescatados en medio de una operación humanitaria que captó la atención nacional e internacional. Tras su recuperación y paso por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), las autoridades pudieron reconstruir el drama que vivió durante casi tres años.
Los delitos por los que fue hallado culpable son acceso carnal violento y actos sexuales con menor de 14 años, ambos agravados. La sentencia será cumplida en un establecimiento carcelario, aunque, al tratarse de una decisión en primera instancia, aún proceden los recursos de ley.
Este caso ha puesto en el foco la doble vulnerabilidad de las niñas en contextos de pobreza, aislamiento geográfico y pertenencia a comunidades indígenas, donde muchas veces los casos de abuso se ocultan por miedo, presión cultural o falta de acceso a la justicia.
El fallo representa un paso firme en la defensa de los derechos de la infancia, pero también evidencia la necesidad urgente de fortalecer los mecanismos de protección y denuncia en territorios rurales e indígenas del país. El silencio que rodeó a esta niña por años solo fue roto por una tragedia aérea, lo que muestra la profundidad del abandono institucional.
Organizaciones defensoras de derechos de la niñez han celebrado la condena, pero advierten que aún quedan retos enormes para prevenir estos crímenes, garantizar justicia con enfoque diferencial y reparar de forma integral a las víctimas.
Y.A.