La Superintendencia Nacional de Salud anunció este jueves nuevas acciones para intensificar el control sobre la Nueva EPS, dentro del régimen de vigilancia especial al que se encuentra sometida la entidad. Las medidas, de carácter cautelar, buscan garantizar el uso adecuado de los recursos públicos y proteger los derechos de los afiliados.
Entre las disposiciones adoptadas se encuentra la exigencia de un seguimiento riguroso a los giros de recursos hacia prestadores y proveedores de servicios de salud, el cual estará a cargo del contralor asignado. Este proceso deberá regirse por criterios de legalidad, oportunidad y destinación específica, sustentado en análisis técnicos documentados.
Además, la Superintendencia estableció un acompañamiento presencial permanente del equipo técnico de la Delegatura para el Aseguramiento, con el fin de verificar de forma directa el cumplimiento del plan de trabajo aprobado por la entidad de control.
Como parte de estas nuevas exigencias, la Nueva EPS deberá asegurar el acceso completo y oportuno a toda la información que requiera la Supersalud, para permitir validaciones conceptuales y técnicas que confirmen la viabilidad de los giros financieros y el adecuado manejo de los recursos del sistema de salud.
Estas medidas se suman a una serie de intervenciones previas que ha enfrentado la EPS en los últimos meses, en medio de preocupaciones por la trazabilidad del dinero público y la efectividad en la atención a los usuarios.
Con este nuevo paso, la Supersalud reafirma su compromiso de garantizar la eficiencia en el uso de los recursos del sistema y la protección integral del derecho a la salud.
