2 de agosto de 1921, fallece el tenor Enrico Caruso

El gran director musical, Arturo Toscanini,al oírlo en el papel de Nemorino en la ópera Elíxir de Amor de Donizetti, exclamó: -Si este napolitano sigue cantando así, logrará que todo el mundo hable de él. Esto pareció una profecía.

Fue durante 17 años la principal figura del Metropolitan Opera House, alternando además en los grandes escenarios europeos.

Caruso nunca actuó en el Teatro de la Selva Amazonas de la ópera en Manaos:  «Fue sólo una leyenda», dicen historiadores.

Parece mentira pero el 18 de noviembre de 1902, el tenor italiano, Enrico Caruso grabó de la ópera Pagliacci -Payaso- el aria más famosa, Vesti La Giubba, de la cual se vendió un millón de discos, en un mundo que tenía en ese entonces sólo 1 650 millones de habitantes, en nada comparable a los casi 8 mil millones que tiene en 2021.

El dato fue entregado por la Gramophone and Typewriter Company, -donde se grabó- y es considerado el primer disco de la historia. Se vendieron un millón de copias, que dejaron una ganancia neta de 15,000 libras esterlinas.

Enrico Caruso nació el 25 de febrero de 1873 -hace 149 años y muchos afirman que es el tenor más famoso de la historia y pionero de la música grabada.

Falleció el 2 de agosto de 1921, ytas haberse paseado en triunfo por los grandes escenarios del mundo y haber sido la figura principal del Metropolitan Opera House durante 17 años.

De una familia muy humilde, empezó a cantar como muchos en el coro de la parroquia  de su barrio, y en tabernas y cafés donde obtenía algún dinero en propinas.  Alternaba esta ocupación con el trabajo de ayudante de mecánico -que ejercía desde muy niño- y por las tardes asistía a la escuela de coros de Guglielmo Verdine.

En 1898 fue contratado por el Teatro Lírico de Milán y a partir de allí se inició una carrera exitosa que ya había sido prevista por el genial director de orquesta Arturo  Toscanini, quien al oírlo en el papel de Nemorino en la ópera Elíxir de Amor de Donizetti, exclamó:

-Si este napolitano sigue cantando así, logrará que todo el mundo hable de él. Esto pareció una profecía

En 1902 en Monte Carlo, su actuación fue de verdad monumental. El público lo aclama tanto que lo contrataron para tres temporadas consecutivas y recibió contratos del Covent Garden y del Metropolitan Opera House donde se convirtió en un verdadero ídolo por 17 años, a pesar de que en su debut no tuvo mucha fortuna.

Su papel del Duque de Mantua en Rigoletto  no fue del agrado de la asistencia y un crítico señaló que no eran agradables con sus » cansadas amaneramientos italianos», lo que fue atribuido al nerviosismo..

Con todo, antes del final de la temporada ya era allí un ídolo y el público abarrotaba la sala para oírlo..

Era tanto el fervor de la multitud que según se afirma, sus actuaciones le produjeron al Metropolitan unos cien mil dólares por temporada durante los 17 años que actuó allí y lo mismo ocurrió en Alemania y Austria donde los asientos para las funciones, eran vendidos en subasta.

Se dice que por grabaciones fonográficas recibió más de dos millones de dólares durante toda su vida, durante la cual representó -según cuenta Edouard de Reske, un exitoso bajo nativo de Polonia- más de 50 personajes.

Su carrera terminó en 1920, durante una función en la Brooklyn Academy el 11 de diciembre cuando representaba a Nemorino en Elíxir de Amor.

Tosió y sufrió una abundante hemorragia. Los médicos determinaron que tenía una dolencia intercostal y aunque actuó en su última función -la número 807 en el Metropolitan el 24 de diciembre- ya el sufrimiento era insoportable. Llegaba el retiro.

Caruso falleció el 2 de agosto de 1921, dejando un legado musical calificado como «insuperable», por un gran sector de la crítica especializada

Al final, hay que agregar que lo de la actuación de caruso en el espectacular teatro para la ópera que los caucheros hicieron construir en Manaos, fue solo una leyenda. El tenor jamás actuó allí y el infundio se generalizó gracias a una película de Werner Herzog, denominada Fitzcarraldo.

El filme, es considerado como el más notable en la historia de la Amazonia,  aunque el historiador, Mario Ypiranga, hubiese desmentido que Caruso cantó en el teatro de Manaos.

-Yo le dije a Herzog que Caruso jamás estuvo aquí, pero él mismo dijo que de lo que se trataba era de llevar gente a las taquillas y por eso no cambiaría el libreto– indicó el historiador al diario español El País, en nota publicada el 18 de marzo de 1990, por José Comas.

Fuente: pepecomenta.com