En una tensa audiencia judicial, el expresidente Álvaro Uribe Vélez protagonizó un fuerte cruce con la jueza Sandra Heredia, durante su intervención en contra del fallo que lo declaró culpable por fraude procesal y soborno a testigos en calidad de determinador. El episodio marca un nuevo capítulo en el caso judicial más mediático del país en los últimos años.
La intervención de Uribe, que hace parte de su derecho a ejercer su «defensa material», estuvo marcada por una dura crítica a la jueza Heredia, a quien acusó de hostilidad, parcialidad y de haber involucrado injustamente a su familia en el proceso. El expresidente rechazó que se señalara a sus hijos de haber filtrado la sentencia y calificó como «una acusación grave» que se les acusara de falta de gallardía por no asistir a todas las audiencias.
“Esto no es solo una falta de respeto, es una incitación a la violencia contra mi familia”, afirmó Uribe, quien visiblemente molesto exigió a la jueza que no utilizara a sus seres queridos como parte de los argumentos judiciales.
Durante su intervención, también denunció que su proceso ha estado contaminado por motivaciones políticas:
“Aquí ha predominado la política sobre el derecho para condenarme. Esta sentencia no es un fallo, es un discurso político”.
Uribe también cuestionó la validez de las pruebas que lo incriminan y defendió su proceder durante el juicio:
“No existe prueba de que yo haya buscado testigos, ni que haya ordenado pagos o presionado a nadie para que acusara a Iván Cepeda”, aseguró.
El exmandatario añadió que ha sido transparente con el tribunal, informando cada uno de sus viajes al extranjero por motivos académicos y descartó cualquier intención de fuga, como argumentó la Fiscalía para justificar una medida de aseguramiento.
Por su parte, su equipo legal prepara la apelación formal que será presentada el próximo 13 de agosto ante el Tribunal Superior de Bogotá, instancia que tendrá la última palabra en el caso.
Uribe cerró su intervención con un mensaje político, advirtiendo que lo que hoy vive él podría repetirse en el futuro con otros ciudadanos:
“Esta condena me impulsa a seguir luchando. Lo que ahora me afecta a mí, mañana afectará a otros si continúa el avance de una dictadura neocomunista en Colombia”.