Desde Barranquilla, el senador liberal se posiciona como alternativa opositora, promete blindar el partido y convoca a una unidad nacional sin alianzas con el Pacto Histórico.
Desde el corazón del Caribe colombiano, en Barranquilla, el senador Mauricio Gómez oficializó su precandidatura a la Presidencia de la República con un discurso cargado de críticas al Gobierno de Gustavo Petro, defensa del Partido Liberal y un llamado a la unidad nacional sin alianzas con sectores de izquierda.
Durante su intervención en el foro económico ‘Construyendo el Futuro’, Gómez sentó una posición clara: “Mientras Mauricio Gómez sea precandidato por el liberalismo, jamás habrá una alianza con el Pacto Histórico y con la izquierda en este país. Jamás”, dijo con firmeza, respaldado por el expresidente César Gaviria, jefe del partido, quien —según Gómez— le dio su bendición política.
Su mensaje busca fortalecer las raíces del liberalismo tradicional frente a lo que considera una ofensiva ideológica desde la izquierda. “Voy a blindar la L del Partido Liberal colombiano”, afirmó. Aseguró que figuras como María del Mar Pizarro han manifestado públicamente su intención de aliar el liberalismo con el Pacto Histórico, algo que él se propone impedir.
Gómez también anunció su estrategia inmediata: recorrer el Congreso para tejer consensos con todas las bancadas, incluso las oficialistas. “Mi primer aporte es ese: atravesarme y comenzar a hablar parlamentario con parlamentario… y mostrarles cómo está el país”.
El senador fue enfático en su crítica al manejo económico del actual gobierno: “El país lo están acabando. Lo están destruyendo”, advirtió. Cuestionó recortes presupuestales en sectores clave como el agro, la vivienda y la educación: “Le quitan un billón al agro, 1.7 billones a la vivienda, 1.8 billones a la educación, pero suben el gasto público un 40%. Así no”.
Uno de los pilares de su propuesta es la descentralización. Gómez prometió, de llegar a la Casa de Nariño, conformar un gabinete regional, compuesto por ministros que trabajen desde y para sus territorios.
El Caribe ocupa un lugar protagónico en su discurso. “Ser la voz potente de la región Caribe en la contienda presidencial”, dijo, reivindicando a una región que —según él— ha sido históricamente marginada. Añadió: “No llegar de últimos. Llegar pidiendo… lo que nos merecemos como región”.
La precandidatura de Gómez se fundamenta también en la construcción de una unidad del centro político, excluyendo a figuras cercanas al oficialismo. “Aquí no eres bienvenido, Roy Barreras. Tampoco Luis Gilberto Murillo y tampoco Mauricio Liscano… Ellos son cómplices de lo que vive Colombia hoy”.
Con respecto a una posible continuidad del modelo actual, Gómez fue tajante: “Colombia aguanta cuatro, pero no ocho años”, en alusión a una eventual reelección disfrazada o la prolongación del poder del petrismo a través de otros candidatos.
Finalmente, su mensaje fue una convocatoria a un movimiento por encima de etiquetas partidistas: “Juntos, nosotros y los otros, tenemos la capacidad de unirnos por Colombia, por encima de los partidos, por encima de los egos, y sacar este país adelante”.
La apuesta de Mauricio Gómez marca el inicio de una contienda presidencial que desde ya se configura como una disputa entre visiones profundamente distintas sobre el rumbo del país.
Y.A.