Recibimos sin sorpresa y con profundo desacuerdo la decisión del Consejo de Estado que declara la nulidad de la elección de nuestro gobernador Rafael Alejandro Martínez. Acatamos el fallo como demócratas y defensores del Estado de Derecho, pero no podemos callar ante lo que constituye un grave atentado contra la democracia, una afrenta al pueblo del Magdalena y un desconocimiento de la voluntad popular expresada de forma libre y masiva en las urnas.
El pueblo eligió a RAFA con una votación contundente y legítima, que dio continuidad a un proceso político liderado con coherencia, compromiso y valentía por Carlos Caicedo, arquitecto de una transformación histórica en Santa Marta y el Magdalena. Como líderes del movimiento Fuerza Ciudadana, le han devuelto a la política su carácter popular, generando cambios incuestionables en los territorios más abandonados del país.
Esta decisión desconoce el voto popular y busca frenar un proyecto que ha puesto en el centro de la gestión a la gente, que ha incomodado a los poderosos de siempre y que ha demostrado que, desde una apuesta de izquierda, sí es posible gobernar distinto, con resultados y transparencia.
Para nadie es un secreto que Fuerza Ciudadana, el partido que avaló a Rafael Martínez, desde sus orígenes, ha sido víctima de una persecución política, jurídica y violenta, que ha llevado a sus principales protagonistas a la vulneración de sus derechos sociales, económicos y políticos, siempre sin desfallecer en su propósito de cambiar el mundo.
Hacemos un llamado sereno, pero categórico, al presidente Gustavo Petro para que tome una decisión coherente con sus posturas ideológicas y alineadas con la ley, como lo ha venido manifestando públicamente. Respetando el constituyente primario del Magdalena, usted, como cabeza del primer gobierno de izquierda en Colombia, debe restablecer en parte los derechos de las colectividades minoritarias, pero no por ello menos relevantes frente a los retos de la historia.
A RAFA, como Gabinete Departamental, como amigos y amigas, como compañeros y compañeras, te rodeamos con afecto y cariño, el mismo con el que hemos militado para cambiar la vida de miles de seres humanos olvidados y lesionados en sus derechos. Hoy debes tener la seguridad de que el Plan de Desarrollo diseñado, aprobado y ejecutado para el pueblo, seguirá adelante.