El gobierno de Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, anunció la imposición de aranceles del 20 % a varios productos colombianos, luego de que fracasaran las negociaciones para alcanzar un nuevo acuerdo comercial entre ambos países.
La medida, oficializada mediante una orden ejecutiva firmada por Trump, modifica una disposición anterior emitida el pasado 2 de abril, que ya contemplaba un arancel del 10 %. Con esta nueva orden, el porcentaje se duplica, afectando directamente a sectores estratégicos de la economía colombiana.
El arancel comenzará a aplicarse desde el 7 de agosto y tendrá implicaciones importantes para las exportaciones colombianas. Si bien productos como el petróleo y el oro quedaron excluidos de la medida, bienes clave como el café y las flores —dos de los principales rubros de exportación de Colombia hacia EE. UU.— sí estarán sujetos al incremento.
Colombia no es el único país afectado. La misma orden incluye a otras naciones de América Latina como Brasil, Bolivia, Venezuela y Ecuador, todas dentro de lo que la Casa Blanca ha calificado como una estrategia para “proteger los intereses económicos y de seguridad nacional de Estados Unidos”.
Según el comunicado oficial, esta política busca establecer relaciones comerciales “justas, equilibradas y recíprocas”, con el objetivo de fortalecer la base industrial del país norteamericano y beneficiar a su fuerza laboral, particularmente en sectores como la agricultura, la manufactura y la defensa.
La reacción del gobierno colombiano no se ha hecho pública aún, pero se prevé que esta medida genere un fuerte impacto económico y político en la relación bilateral, además de posibles ajustes en la estrategia comercial del país frente al mercado estadounidense.