Video: Sumario TV
La esperanza de contar con nuevos centros médicos en tres municipios del Magdalena se desvanece día a día. Aunque las edificaciones están terminadas y los recursos existen, los hospitales de El Retén, Pijiño del Carmen y San Zenón no han podido comenzar a operar por una demora en la aprobación de recursos por parte de la Asamblea Departamental.
El caso más preocupante es el de El Retén, donde las obras de construcción ya concluyeron, pero el hospital permanece cerrado. La razón: los dineros destinados para su dotación —equipos, mobiliario y elementos médicos— no han sido autorizados, ya que la Asamblea lleva más de siete meses sin aprobar el proyecto de ordenanza que permite el uso del superávit departamental.
La situación ha despertado críticas por parte de líderes comunitarios, quienes señalan a varios diputados entre ellos Rafael Noya por su falta de compromiso con las necesidades de la población. La demora legislativa ha dejado en el limbo a tres comunidades que claman por una atención en salud básica, especialmente en zonas donde el acceso a servicios médicos es limitado.
Mientras las instalaciones siguen vacías y la ciudadanía continúa esperando, el debate político crece dentro y fuera de la Asamblea. Organizaciones sociales piden que se prioricen los derechos fundamentales y se destrabe el proceso que mantiene paralizados estos hospitales que, para muchos, representan la única esperanza de atención médica oportuna.