Del pánico a la precaución: Colombia baja la alerta de tsunami, pero mantiene advertencia por oleaje

Lo que empezó como una madrugada de evacuaciones y tensión en la Costa Pacífica colombiana, ahora se traduce en una advertencia más moderada: el Gobierno ha decidido bajar el nivel de alerta por tsunami, aunque advierte que el mar sigue inquieto y podría traer fuerte oleaje.

Todo se originó por el terremoto de magnitud 8,8 que estremeció la península rusa de Kamchatka, al otro lado del mundo, pero cuyos efectos alcanzan a sentirse —al menos en prevención— en las costas colombianas.

La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) informó que la alerta ahora se mantiene como «advertencia» en los departamentos de Cauca, Valle del Cauca, Nariño y Chocó. ¿La razón? Se esperan olas inusuales y corrientes fuertes que podrían representar peligro en playas y zonas marítimas.

¿Las medidas? Cierre de playas, restricción de tráfico marítimo y vigilancia constante. La UNGRD, junto con la Autoridad Marítima Colombiana (Dimar), lidera una sala de crisis para monitorear el comportamiento del mar. Según los pronósticos, la primera señal del oleaje podría llegar a la isla de Malpelo sobre las 10:03 a. m., seguida de Juradó a las 10:26, y Gorgona a las 10:45.

La lista de municipios alertados incluye lugares turísticos y pesqueros como Nuquí, Bahía Solano, Guapi, Tumaco, Buenaventura y Bahía Málaga. En todos, se recomienda evitar acercarse al mar hasta nuevo aviso.

Aunque el tsunami no llegó como se temía, el mar está lejos de estar en calma. Y si algo nos ha enseñado la naturaleza, es que más vale prevenir que lamentar.