En el gobierno del “cambio”, el carbón se exportaba… hasta que el presidente se dio cuenta.
Sí, aunque parezca increíble, el mismísimo presidente Gustavo Petro, quien hace unos días tronó en redes sociales contra un buque cargado de carbón rumbo a Israel, estaba viendo cómo sus propias entidades autorizaban esas exportaciones con todos los sellos oficiales.
Ahora, para corregir el rumbo (y el papelón), el Gobierno Nacional alista un nuevo decreto de nueve páginas con el que pretende, esta vez sí, prohibir totalmente la exportación de carbón térmico a Israel. El documento, que está listo para firmas de alto nivel —Cancillería, Minas, Hacienda y Comercio— cambia las reglas de juego y tumba los permisos previos que permitían estos despachos.
El borrador modifica el artículo 1 del Decreto 1047 de 2024, dejando claro que:
“Se prohíben, sin excepción, la totalidad de exportaciones de las hullas térmicas clasificadas por la subpartida arancelaria 2701.12.00.10. al Estado de Israel”.
Y como para dejar sin efecto todo lo anterior, deroga también los artículos 2 y 3 del mismo decreto, eliminando los salvavidas que permitían exportar si se contaba con autorización de la DIAN o con el famoso certificado de proveedor.
En resumen: lo que hace días era legal y estaba autorizado con papeles firmados, ahora será ilegal. Al menos mientras se cumplan —dice el borrador— las medidas provisionales ordenadas por la Corte Internacional de Justicia en el caso Sudáfrica vs. Israel, o “hasta que subsistan las condiciones que dieron lugar a ellas”. Es decir, sin fecha clara de vencimiento.
El asunto estalló públicamente cuando el presidente Petro denunció en redes el zarpe del buque Fortune, cargado con carbón y con destino a Israel. El mandatario lo calificó como un «desafío» a su gobierno y pidió detener estos cargamentos. Sin embargo, ese carbón había salido con todos los permisos en regla, y con resolución oficial de por medio —fechada el 24 de octubre de 2024— firmada por la funcionaria Luz Belén Fernández del Ministerio de Comercio.
Desde Drummond, la empresa que exportó el mineral, aseguraron que todo se hizo cumpliendo la ley y con el aval del propio Estado colombiano.
Así las cosas, entre papeles cruzados, indignaciones presidenciales, y decretos de último minuto, el gobierno intenta alinear el discurso con la acción. Una historia más del carbón, la diplomacia de Twitter y la improvisación con firma oficial.