El expresidente Álvaro Uribe Vélez conoció el fallo de primera instancia en la investigación penal que lleva a cuestas.
La jueza 44 penal de Bogotá, Sandra Heredia Aranda, leyó el sentido del fallo en el que se sabrá si el líder del Centro Democrático es condenado o absuelto de los delitos de soborno, soborno en actuación penal y fraude procesal.
La tesis de la Fiscalía es que Álvaro Uribe Vélez fue el determinador de un esquema de manipulación de testigos que habría ofrecido dádivas y ejercido presiones a exparamilitares para que cambiaran su versión sobre los supuestos vínculos del expresidente con grupos al margen de la ley.
«Se emprendió una actividad orientada a que Monsalve Pineda en favor de los hermanos Uribe Vélez faltara a la verdad ante la Corte Suprema de Justicia y desmintiera lo dicho. Pero adicional debía argumentar que lo allí expresado era producto de la actividad malintencionada del senador Iván Cepeda Castro quien había obtenido ese coloquio bajo promesas de beneficios carcelarios y asilos. En esos términos el primer soborno en actuación penal en cuanto a la materialidad de la conducta punible ha quedado acreditado», detalló la la togada Heredia.
Por el contrario, la defensa de Uribe sostuvo durante todo el proceso que el expresidente nunca supo de esas presiones o sobornos, que jamás dio la orden de ofrecer dádivas y que lo único que trató de hacer fue que los testigos le dijeran la verdad a la justicia. Hoy, la jueza Heredia definirá, en primera instancia, quién tiene la razón.
Validando que Uribe sí sabía de las movidas de su antiguo abogado Diego Cadena en las cárceles, la jueza Heredia dijo que esta “suficientemente acreditada la actuación del expresidente en el delito de soborno en actuación penal”. Todavía resta conocer si es culpable por otros hechos acusados en el marco de ese delito y por los delitos de soborno y fraude procesal.
En el caso concreto del delito de soborno en actuación penal, la jueza sustentó que el expresidente Uribe sí tenia conocimiento del andamiaje de presiones contra el testigo Monsalve y que “la dirección del flujo de información fue de Huila hacía Bogotá por determinación, tal vez, de Álvaro Uribe Vélez, que encomendó a su comitiva la tarea de embotellar a Juan Guillermo Monsalve”.
El caso se remonta a septiembre de 2012, cuando Uribe, entonces senador, denunció ante la Corte Suprema de Justicia al congresista Iván Cepeda por supuestamente manipular testimonios de exparamilitares que lo vinculaban con la creación del Bloque Metro paramilitar en Antioquia.
La investigación avanzó hasta que en agosto de 2020 la Corte ordenó detención domiciliaria contra Uribe. En respuesta, el expresidente renunció a su curul en el Senado, lo que trasladó el caso a la Fiscalía General. Durante la gestión del fiscal Francisco Barbosa, el ente acusador intentó en dos ocasiones archivar la investigación (2021 y 2022), pero jueces penales rechazaron las solicitudes de preclusión al considerar suficientes los indicios para avanzar.