Con menos del 45 % de participación, el chavismo se impuso en la mayoría de las alcaldías en disputa, recuperando Maracaibo y ratificando su poder en Caracas, mientras la oposición conservó enclaves como Chacao y Baruta en unas elecciones cuestionadas por falta de garantías.
Las elecciones municipales en Venezuela de este domingo dejaron un nuevo mapa político dominado, nuevamente, por el chavismo. Según los datos ofrecidos por el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, con una “tendencia irreversible”, el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se quedó con 23 de los 29 municipios anunciados, entre ellos la simbólica ciudad de Maracaibo, capital del estado Zulia, que había sido uno de los principales bastiones opositores.
También se confirmó la reelección de Carmen Meléndez en el municipio Libertador de Caracas, donde se concentran los poderes públicos del país. Esta victoria consolida el control del oficialismo en la capital, dominio que mantiene desde hace 25 años.
Mientras tanto, la oposición logró conservar algunos bastiones urbanos clave, como Chacao y Baruta, donde fueron reelegidos Gustavo Duque y Darwin González, respectivamente. En El Hatillo, otro municipio caraqueño, ganó Fernando Malena del Movimiento Ecológico, mientras que en Sucre, donde se encuentra Petare, considerada la favela más grande de Venezuela, se impuso Diógenes Lara del chavismo.
La jornada electoral estuvo marcada por una baja participación, ya que solo el 44 % de los votantes registrados acudieron a las urnas, es decir, poco más de 6,2 millones de electores de los 21,5 millones habilitados. La cifra se dio a conocer con un avance del 82,45 % de la transmisión de datos.
Un total de 2.806 cargos fueron elegidos en esta jornada, entre ellos 2.471 concejales. Las elecciones fueron rechazadas por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la principal coalición opositora, que denunció nuevamente la falta de garantías para un proceso electoral justo, aludiendo a lo que considera fue un fraude en las presidenciales del año anterior, cuando el CNE proclamó como vencedor al presidente Nicolás Maduro.
Cabe destacar que la votación se extendió hasta las 8:00 p.m., aunque el CNE nunca declaró oficialmente el cierre de la jornada, generando suspicacias sobre la transparencia del proceso. De forma paralela, se llevó a cabo una votación de proyectos comunitarios para la juventud, en un intento del gobierno de promover la participación ciudadana.
Mientras el chavismo celebra estos resultados como un nuevo espaldarazo popular, la oposición se enfrenta a un escenario aún más reducido y continúa denunciando un sistema electoral desequilibrado que, según ellos, consolida el poder político en manos de un régimen que no brinda condiciones mínimas de equidad.
Y.A.