Un disparo al silencio: asesinan a joven mototaxista que alzó la voz contra las autoridades

La noche se tragó a René González entre balas y un mensaje amenazante. En la esquina donde solía parquear su moto y charlar con los panas del barrio, la muerte llegó en silencio y se fue dejando ruido. Cuatro tiros, secos, certeros. Un mensaje clavado en la carcasa de su vehículo: “Los agentes de tránsito se respetan hp”.

René no era solo un mototaxista. Era papá, amigo, vecino, y últimamente, una voz incómoda en redes sociales. Cuestionó el comportamiento de la Policía y de los agentes de tránsito. Criticó sin miedo lo que muchos murmuraban. En especial, el caso de Franklin Acosta, el agente que murió arrollado por una grúa durante una persecución. René escribió frases que muchos no se atrevieron a postear: “1 x 1 no es trampa”, decía una de ellas.

Y ahora está muerto.

Lo mataron frente a su gente, frente al barrio que lo vio crecer y luchar por el sustento de su hija. Lo auxiliaron sus amigos, pero la vida no dio espera. Murió antes de que la sirena de la ambulancia pudiera siquiera intentarlo.

El crimen no solo destrozó una familia. Encendió otra alarma en Santa Marta, una ciudad donde la tensión entre mototaxistas y autoridades ya ha costado vidas. Lo que antes eran discusiones, ahora se tiñen de pólvora. Lo que antes eran opiniones en Facebook, ahora se contestan con plomo.

La Policía investiga si su activismo digital fue el gatillo invisible de este crimen. En el aire queda la pregunta: ¿lo mataron por hablar?

René deja una hija, una familia de luto y un barrio lleno de miedo. Pero también deja una conversación pendiente sobre libertad de expresión, abuso de poder y el delgado hilo que separa la protesta de la amenaza.

En Santa Marta, hoy no solo se llora a un joven mototaxista. Se llora a un ciudadano que se atrevió a decir lo que pensaba… y pagó el precio.