La vicepresidenta lanza duras críticas al gobierno Petro y denuncia racismo y exclusión desde el poder.
Tras meses de silencio, la vicepresidenta cuestiona su rol decorativo dentro del gobierno de Gustavo Petro.
Como si el eco de la calle apenas hubiera rebotado en las paredes del Palacio de Nariño, la vicepresidenta Francia Márquez al fin rompió su largo silencio. Su voz, potente como la de campaña, ahora retumba no para celebrar, sino para reclamar: fue usada, instrumentalizada, celebrada como símbolo y luego desechada como estorbo. Tarde, sí. Pero habló.
Márquez, que en 2022 fue recibida como un fenómeno político, la esperanza encarnada de los sectores históricamente excluidos, reconoce hoy, con un dejo de desilusión, que su papel fue más decorativo que decisivo. “Se nos quiere en la foto, pero no en la toma de decisiones”, dijo con firmeza. En otras palabras, fue un trofeo electoral. Un símbolo útil, hasta que dejó de serlo.
Sus palabras no solo son un reclamo a Gustavo Petro, sino un grito a toda la estructura política que aún maquilla el racismo con inclusión aparente. “Vengo a hablar desde un cuerpo afrodescendiente, un cuerpo de mujer negra que ha sido celebrado, instrumentalizado, desgastado y desechado”, expresó, desmontando en frases el mito de la representatividad real en el poder.
El día que ganaron la segunda vuelta, recuerda, se le permitió estar. Luego, se le olvidó. Hoy pasó de heroína a traidora, como si cuestionar fuera un acto de deslealtad y no de conciencia. Lo que sorprende no es lo que dice, sino el momento. ¿Por qué ahora? ¿Por qué cuando las grietas ya son abismos? ¿Por qué no antes, cuando su presencia aún podía torcer decisiones?
Francia Márquez despierta, quizá tarde, del hechizo del poder, de vivir sabroso. Pero su voz, aunque demorada, incomoda. Y en la Colombia desde todos los sectores criticaban a gritos la forma como era relegada la Vicepresidenta cada dia, es como quien llevara el retrato del tatarabuelo al rincón mas alejado del cuarto de checheres y Marquez calló, lo incómodo, eso ya era un acto de valentía, mas bien una actitud de sumisa.
Hasta el punto que ha olvidado que ella es el Poder, se comportó todo este periodo presidencial como una victima del poder, sin darse cuenta que con su actitud Tambien hace parte del desastre que vive Colombia, como dijo Maria Fernanda Cabal recientemente a los medios de prensa: “Francia, usted no es una víctima del poder, usted es parte del poder. Y también es parte del desastre que hoy enfrenta Colombia. Habla de narrativas que eliminan, pero olvida que las decisiones que han tomado junto a Petro son las que están eliminando el empleo, la seguridad, la salud y la esperanza de millones de colombianos. Ustedes son los responsables de este desastre”, dijo.