En medio de una profunda crisis de servicios públicos, la ciudad de Santa Marta recibirá una inyección de hasta 20 millones de dólares por parte del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), destinados a proyectos culturales.
La firma del acta de estructuración de crédito será una de las primeras operaciones del banco dentro de su nueva agenda urbana, orientada a revitalizar centros históricos, fomentar el turismo y preservar la memoria.
Sin embargo, la realidad que viven los samarios dista mucho del discurso institucional. En sectores como el tradicional barrio El Cundí, la situación es caótica: en la calle 18 con avenida Estudiantes, las basuras se acumulan junto a animales muertos, evidenciando la nula gestión de aseo por parte de la empresa encargada.
A escasos metros, en la parte posterior del Liceo Celedón, los habitantes denuncian un abandono total por parte de la administración municipal. “Tenemos más de 15 días sin agua y cuando llega, sale negra, contaminada y con mal olor”, aseguró una vecina. Otra residente cuestionó el cobro mensual de aseo y seguridad en los recibos de servicios públicos, señalando que “ese servicio simplemente no existe”.
Mientras el alcalde firma acuerdos millonarios en nombre de la cultura y el turismo, Santa Marta sigue cubierta de basura, con barrios sedientos y una ciudadanía que exige respuestas más allá de los actos protocolarios y promesas internacionales.