Contratistas denuncian que los llamados “siete diputados del mal” mantienen frenada la aprobación de un superávit necesario para terminar las obras, afectando a comunidades vulnerables.
La pavimentación de las calles en los barrios Luis R. Calvo, Los Laureles, 8 de Febrero, La Paz y Gaira, en el Distrito de Santa Marta, se encuentra detenida debido a un bloqueo en la Asamblea del Magdalena, donde los denominados «siete diputados del mal» mantienen congelados los recursos necesarios para concluir las obras.
De acuerdo con las denuncias de contratistas, la parálisis no obedece a falta de fondos, sino a la negativa de estos diputados de aprobar un superávit presupuestal, lo cual impide que los recursos lleguen a quienes más los necesitan.
Uno de los afectados, el representante legal del Consorcio Pavimentos Mi Calle, a cargo del contrato 1042 de la fase 2 del proyecto, explicó la crítica situación:
«Estamos físicamente en un avance del 83%, pero no hemos podido terminar porque no nos han pagado unos recursos que estamos cobrando a la Gobernación. Ellos aducen que falta una aprobación en la Asamblea de un superávit, que están los recursos, pero que todavía no los pueden desembolsar y eso hoy es lo que nos perjudica para poder finalizar el 17 % de obra que es lo que nos falta», manifestó.
Desde Fuerza Ciudadana, movimiento al que pertenece el actual gobierno departamental, se ha criticado la actitud de estos diputados, argumentando que su intención de sabotear la administración local está terminando por perjudicar directamente a las comunidades más vulnerables.
«Su maldad impide que los beneficios del Estado lleguen a los más necesitados, incluso bloquean las obras para que no se terminen», aseguran voceros del sector.
Las denuncias ponen en evidencia cómo el uso político de los instrumentos legislativos puede convertirse en una barrera para el desarrollo social y la ejecución de proyectos vitales para los ciudadanos.
Y.A.