Una nueva controversia sacude al Ejército Nacional. Tropas del Batallón Terrestre N.º 13 están siendo investigadas por un presunto consumo de drogas antes de una operación militar en el corregimiento de Playa Rica, municipio de Suárez, en el Cauca.
Los hechos, que quedaron registrados en cámaras de seguridad con sensor térmico, muestran a varios uniformados en comportamientos sospechosos minutos antes de entrar en acción. El material audiovisual encendió las alarmas al interior de la institución castrense.
La reacción del Ejército fue inmediata: rechazó categóricamente la conducta y señaló que, de confirmarse, representa una grave violación a los principios y valores que rigen la Fuerza. Sin embargo, aclararon que se trataría de “situaciones aisladas que no reflejan el comportamiento general de la institución”.
Mientras tanto, se avanza en una investigación disciplinaria con apoyo de órganos penales e inteligencia militar, para determinar responsabilidades individuales y evitar que episodios como este se repitan en el terreno.
Este hecho no solo pone en entredicho la preparación de los militares en zonas de alta tensión como el Cauca, sino que reaviva el debate sobre los controles internos y el estado real de las tropas que enfrentan complejos escenarios de orden público.