Marcos Olarte transforma su vida gracias a la economía popular

Desde Ciudad Equidad, Marcos Olarte transforma su oficio en una oportunidad de vida gracias al programa Economía Popular para el Cambio, que impulsa el Gobierno para apoyar a víctimas del conflicto armado y fortalecer la economía popular en Colombia.

Un aroma familiar despierta los sentidos en los pasillos de Ciudad Equidad, en Santa Marta. En esta comunidad habitada por víctimas del conflicto armado, Marcos Olarte fríe chinchurria con patacón de guineo verde. Este ha sido su oficio y su sustento desde hace más de tres años; hoy es también su proyecto de vida.

Marcos es uno de los beneficiarios del programa Economía Popular para el Cambio, que impulsa Prosperidad Social en todo el país, y en el que invierte más de 71.000 millones de pesos. En Magdalena participan 213 iniciativas productivas –como la de Marcos–, con lo que se benefician directamente 496 familias: reciben acompañamiento técnico, insumos y conexión con la oferta institucional del Estado.

El programa reconoce y fortalece la economía popular, ese sector a menudo invisible pero esencial, que está conformado por recicladores, vendedores informales, madres cabeza de hogar, campesinos, comunidades organizadas y víctimas del conflicto armado, como Marcos.

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Desde su puesto improvisado en el barrio, Marcos ha hecho de la venta de chinchurria su forma de resistir y avanzar. “Uno no se rinde cuando tiene familia, cuando sabe que hay bocas que alimentar y sueños que alcanzar”, dice, mientras revuelve con precisión los trozos dorados en la sartén.

El apoyo de Economía Popular para el Cambio le permitirá fortalecer su unidad productiva: adquirir una freidora industrial, dotarse de utensilios adecuados, capacitarse en manipulación de alimentos y formalizar su emprendimiento, con el que aspira a montar una pequeña cocina móvil que recorra distintos barrios de Santa Marta.

“Este programa no sólo me ayuda a mí. Ayuda a que mi negocio crezca, a que mi esposa y mis hijos tengan una mejor vida. A que mi trabajo sea reconocido como lo que es: una forma honesta de salir adelante”, afirma con orgullo.

Ciudad Equidad está construida como un proyecto de vivienda para víctimas del conflicto armado. Hoy es también el semillero de emprendimientos y sueños. Gracias a esta política pública, historias como la de Marcos están dejando atrás el abandono y entrando a una nueva etapa: la del reconocimiento, la dignidad y el crecimiento.

El Gobierno del presidente Gustavo Petro avanza con una política que por primera vez pone en el centro a quienes sostienen la economía desde abajo. Como dice Marcos: “Lo mío puede ser pequeño, pero con apoyo, puede ser grande. Ya no somos invisibles”.