En una era donde estamos conectados todo el día a nuestros celulares, correos, redes sociales y pantallas, hablar de autocuidado mental se vuelve más necesario que nunca.
Redacción Sociales
LA LIBERTAD
Actualmente se vive en una era de notificaciones constantes, información que no se detiene y una presión invisible por estar siempre “disponibles”. Esa rutina puede afectar seriamente la salud mental, generar estrés, ansiedad, insomnio y hacernos sentir agotados, incluso sin movernos del lugar.
Por eso, en el marco del Día Mundial del Autocuidado, una fecha que busca generar conciencia sobre la importancia de asumir la responsabilidad individual del bienestar físico, emocional y mental, se destaca la importancia de aprender a cuidarse en medio del caos digital, entendiendo que autocuidarse también es saber desconectarse a tiempo.
Según la Organización Mundial de la Salud, los trastornos de ansiedad y depresión han aumentado significativamente en los últimos años, especialmente entre adolescentes y jóvenes adultos, en parte debido al uso intensivo de dispositivos móviles y redes sociales.
Y es que el cerebro humano no está diseñado para sostener una conexión ininterrumpida con estímulos digitales durante horas. El caos digital también interfiere en procesos fundamentales como la concentración, la creatividad, la autorregulación emocional y el descanso reparador.
Generalmente, muchos adultos viven jornadas de trabajo frente al computador, y al terminar, “descansan” en el celular viendo videos, contestando mensajes o desplazándose sin fin en redes. En paralelo, los niños y adolescentes también están expuestos a largos periodos frente a pantallas, con consecuencias en su desarrollo cognitivo, social y emocional.
Ante esta “era digital”, es importante saber que el impacto del entorno digital varía según la etapa vital, pero afecta a todos. Una forma mas sencilla de saberlo es de la siguiente manera:
*En niños, una exposición temprana y prolongada puede alterar el desarrollo del lenguaje, afectar el sueño, limitar la exploración física y reducir el juego imaginativo, clave en la infancia. Además, puede dificultar la gestión emocional al acostumbrarlos a recompensas inmediatas.
*En adolescentes, quienes se encuentran en una etapa de construcción de identidad, la validación externa a través de “likes” y comentarios puede generar dependencia emocional, baja autoestima y comparación constante. El acoso cibernético y la sobreexposición son amenazas latentes.
*En adultos, la presión por la productividad, el multitasking digital, la falta de pausas y la invasión de lo laboral en lo personal generan agotamiento mental, estrés crónico y una sensación de estar “desbordados” todo el tiempo.
*En adultos mayores, aunque algunos se han adaptado con facilidad al entorno digital, otros enfrentan brechas tecnológicas que les generan frustración, aislamiento o ansiedad. A la vez, pueden ser más vulnerables a fraudes o desinformación.
¿Qué significa autocuidado mental en la era digital?
Autocuidarse mentalmente hoy no es solo hacer ejercicio o meditar, sino también es ser conscientes del impacto que tiene el mundo digital en nuestro equilibrio interior, y eso implica tomar decisiones concretas que nos permitan recuperar el control, la atención plena y el bienestar.
Recomendaciones para sobrevivir y florecer en medio del caos digital:
1. Establece límites saludables con la tecnología: define horarios para revisar correos, redes y mensajes. Evita empezar y terminar el día con el celular. Apaga las notificaciones innecesarias.
2. Diseña momentos de desconexión real: haz pausas sin pantalla: caminar, leer en físico, tomar un café sin distracciones, respirar profundamente. El cerebro necesita espacios de descanso sensorial.
3. Filtra tu consumo de contenido: no todo lo que circula merece tu atención. Sigue cuentas que aporten, no que te desgasten. Sé selectivo con la información que consumes y comparte.
4. Practica el silencio y la atención plena: meditar, escribir un diario, o simplemente sentarse en silencio cinco minutos al día ayuda a reducir la sobrecarga mental y reconectar con el presente.
5. Recupera el tiempo de calidad sin pantallas: reuniones familiares, juegos de mesa, charlas cara a cara. Estos momentos fortalecen vínculos reales y combaten la desconexión emocional.
6. Cuida tu sueño: evita pantallas al menos una hora antes de dormir. La luz azul afecta la producción de melatonina y altera los ciclos de sueño.
Finalmente, pregúntate: ¿cómo me siento después de pasar una hora en redes?, ¿esto me aporta o me resta energía?, ¿estoy viviendo para mí o para lo que se espera de mí?
En este Día Mundial del Autocuidado, vale la pena recordar que cuidar nuestra salud mental no es egoísmo, es supervivencia. Florecer en medio del caos digital no significa alejarse por completo de la tecnología, sino aprender a convivir con ella desde la conciencia, el equilibrio y el respeto por uno mismo.