Emergencia por buseta escolar incendiada reaviva denuncias sobre mal estado del transporte estudiantil en Guáimaro

La rápida evacuación evitó una tragedia, pero el incidente expone el grave deterioro del parque automotor con el que se transportan niños en zonas rurales del Magdalena.

“Hoy fue esta buseta… ¿y mañana?”. Esa es la pregunta que retumba con indignación entre padres, docentes y líderes de la comunidad rural de Guáimaro, en el departamento del Magdalena, tras el incendio que consumió por completo una buseta escolar en la mañana de este martes 22 de julio.

El hecho ocurrió a la altura del kilómetro 7 + 600 metros, en el sector de la finca Los Cuncos, cuando el vehículo, que cubría la ruta entre las fincas y el casco urbano de Salamina, se prendió en llamas de manera repentina mientras transportaba a un grupo de menores hacia su institución educativa. Afortunadamente, no se registraron heridos gracias a la oportuna evacuación de los estudiantes y del conductor.

Sin embargo, lo ocurrido no sorprendió a la comunidad. Según denuncias reiteradas, el parque automotor escolar que cubre estas rutas rurales se encuentra obsoleto, desgastado y en mal estado, operando a plena vista de las autoridades responsables sin que se tomen correctivos.

Una educación digna no solo es ir al colegio. También es llegar seguros, viajar tranquilos y no exponer la vida en el camino”, señalaron habitantes de la zona a través de redes sociales y medios comunitarios. La emergencia fue atendida de forma rápida por el Cuerpo de Bomberos, lo que evitó una tragedia mayor.

Las imágenes del vehículo completamente calcinado son testimonio de una realidad que ha sido advertida en múltiples ocasiones. Para la comunidad, la tragedia no es una posibilidad futura, sino una amenaza latente, y exigen que las autoridades tomen medidas inmediatas antes de tener que lamentar víctimas.

¿Cuántas advertencias más se necesitan para que se tomen decisiones responsables?”, concluyen en su denuncia pública.

Y.A.