Una semilla de justicia social sembrada en tierra digna»: Caicedo celebra el inicio de obras del Campus Universitario de Ciénaga

El líder de Fuerza Ciudadana y exgobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, celebró el inicio de obras del tercer Campus Universitario Subregional, una apuesta educativa que enfrenta décadas de exclusión y bloqueo político en el departamento.

“Una semilla de justicia social sembrada en tierra digna”, así calificó el líder político de Fuerza Ciudadana, Carlos Caicedo, la construcción del Campus Universitario Subregional de Ciénaga, el tercero de este tipo en el departamento del Magdalena, tras los de El Banco y Plato. La obra, que comenzó a gestarse en su periodo como gobernador y hoy se levanta bajo la administración de Rafael Martínez, fue iniciada simbólicamente con un acto multitudinario que reunió a estudiantes, docentes y ciudadanos cienagueros.

Se trata de una infraestructura educativa de más de 50 mil millones de pesos, con capacidad para atender a 4.500 jóvenes, equipada con más de 40 aulas, bibliotecas, laboratorios, zonas de estudio, auditorios y áreas de descanso, que, según Caicedo, “marca un hito en la educación pública regional y honra la memoria de los trabajadores bananeros masacrados en esta tierra”.

“El gobierno del Cambio con Resultados escribió otro hecho histórico para el Magdalena”, proclamó Caicedo ante la multitud. “Este campus universitario no es solo cemento y ladrillo. Es un acto de justicia, es dignidad para los jóvenes de familias humildes que por generaciones no pudieron soñar con la universidad”.

Una obra que venció el bloqueo

Durante su intervención, Caicedo relató las múltiples barreras impuestas por sectores políticos tradicionales, a los que acusó de sabotear sistemáticamente el proceso de expansión universitaria en Magdalena.

“El pacto de Ciénaga, irónicamente llamado así, fue un acuerdo entre alcaldes presionados por sus jefes políticos —congresistas, diputados y clanes terratenientes— para impedir que este proceso educativo avanzara. Pero nosotros no nos rendimos”, denunció el exgobernador.

Recordó que al iniciar la planificación de los campus universitarios, se encontraron con un obstáculo fundamental: la falta de predios. “La Asamblea no nos dio facultades para comprar terrenos, así que hicimos un inventario de los predios de la Gobernación y comenzamos desde ahí. En El Banco construimos al lado del hospital. En Plato, en un terreno en disputa. Y en Ciénaga, ni la alcaldía ni la institucionalidad local ofrecieron ayuda”.

Fue entonces cuando recurrieron a métodos no convencionales: drones, imágenes satelitales y visitas técnicas para encontrar una zona adecuada. “Finalmente, gracias al Consejo Directivo del colegio San Juan del Córdoba, logramos acordar la sustitución de un bloque antiguo por uno nuevo y ahí se levantará este campus”, explicó.

Educación como acto de rebeldía y redención

El dirigente de Fuerza Ciudadana aseguró que esta obra va más allá de lo educativo; representa un acto de rebeldía frente al abandono estatal y una apuesta por reparar simbólicamente la injusticia cometida en la Masacre de las Bananeras, ocurrida en 1928.

“Aquí donde los obreros bananeros cayeron a manos de las balas del Estado y de los intereses foráneos, hoy se levantará un centro de conocimiento. Aquí se formarán los hijos y nietos de esos luchadores”, exclamó Caicedo.

Con emoción recordó su propia historia y la de Rafael Martínez, gobernador actual, quienes, según dijo, pudieron formarse gracias a la universidad pública. “Ambos venimos de familias humildes. Ambos trabajamos en oficios varios para estudiar. Por eso sabemos lo que representa tener una universidad cerca. No todos pueden mudarse a otra ciudad para estudiar”.

IMG 20250720 WA0039

Una promesa que florece en el territorio

Este campus no es una excepción, sino parte de un plan educativo más amplio. Durante su gestión como gobernador y como rector de la Universidad del Magdalena, lideró la transformación de esa institución, pasando de 2.000 a 10.000 estudiantes, con nuevas facultades, laboratorios, carreras innovadoras y un campus moderno.

“Pasamos de una cobertura del 19% en educación superior en 2019 a más del 30%. Y eso sin el respaldo de la Nación, con recursos propios, recuperados del saqueo, invertidos con visión”, afirmó. También destacó el programa de becas que benefició a más de 9.000 jóvenes y la próxima entrega de 5.800 computadores portátiles para estudiantes del departamento. “Ese dinero es del pueblo, y hoy se traduce en futuro”, agregó.

Reconocimiento a la lealtad y advertencia a los oportunistas

En medio de la celebración, Caicedo lanzó un mensaje político directo, elogiando la gestión del gobernador Rafael Martínez, a quien definió como “un hombre comprometido, leal con el pueblo y con las ideas”.

“La lealtad en política vale oro. La traición se paga carísimo. El pueblo no olvida. Por eso agradezco a Rafael, porque sin su respaldo esto no estaría avanzando”, afirmó.

Además, advirtió que la constancia, la resistencia y la coherencia serán siempre las banderas del proyecto político de Fuerza Ciudadana. “Aquí solo caben quienes creen en los valores, en la solidaridad, en el amor por el pueblo. No quienes saltan del barco en tiempos difíciles. Esta fuerza política no se rinde, y este campus es prueba de ello”, sentenció.

Una promesa cumplida

Finalmente, Caicedo concluyó su discurso con un mensaje a los jóvenes de Ciénaga y del Magdalena: “Este campus es una promesa cumplida a las nuevas generaciones. Es esperanza donde antes hubo abandono. Es una obra que transforma destinos. Que viva la universidad pública, que viva Ciénaga, que viva Colombia”.

El Campus Subregional de Ciénaga comienza a construirse, pero ya simboliza una nueva era para la educación en el Magdalena. Un acto de justicia con la historia, con el presente y, sobre todo, con el futuro.