Con una trayectoria marcada por su compromiso con los derechos de los trabajadores, Sandra Milena Muñoz Cañas se ha convertido en una de las principales figuras del actual Ministerio de Trabajo. Su nombramiento como directora de Inspección, Vigilancia y Control, además de su rol como viceministra encargada, ha traído consigo una nueva etapa de fiscalización a grandes empresas y sectores tradicionalmente invisibilizados, como el de las trabajadoras domésticas.
Uno de los primeros retos que enfrentó Muñoz en su gestión fue la investigación de más de 700 quejas interpuestas contra Supermercados D1, cadena que se ha posicionado entre las más grandes del país. Las denuncias señalaban condiciones laborales deficientes, persecución sindical y exceso de carga laboral. Frente a este escenario, la funcionaria lideró un operativo sin precedentes que incluyó visitas a más de 250 tiendas y varios centros de distribución, donde se documentaron irregularidades que llevaron incluso al cierre temporal de establecimientos.
Pero su papel no se limita a la vigilancia de grandes superficies. Con años de experiencia como docente universitaria y defensora de causas laborales, Muñoz ha puesto el foco en la protección de las empleadas domésticas, un grupo conformado mayoritariamente por mujeres que, pese a su contribución esencial, sigue enfrentando condiciones de informalidad y desprotección. Según cifras del DANE, más del 80 % de estas trabajadoras no cuenta con garantías legales ni acceso a inspección laboral.
Con la llegada de una nueva etapa de reformas, la abogada impulsa una iniciativa que permitiría al Estado verificar directamente las condiciones laborales en hogares particulares. Esta propuesta, considerada histórica por expertos en derecho laboral, podría transformar radicalmente el panorama para cerca de 700 mil personas dedicadas al trabajo doméstico en Colombia.
El respaldo del ministro Antonio Sanguino y del presidente Gustavo Petro ha sido fundamental para el liderazgo de Muñoz, quien ya había ganado visibilidad en años anteriores al acompañar la creación del sindicato de repartidores de plataformas digitales. Su estilo directo y firme la ha posicionado como una funcionaria clave en la implementación de una política laboral que busca equilibrar la balanza a favor de quienes tradicionalmente no han tenido voz.