Aunque en Colombia decir Bon Yurt es casi como decir Alpina, la reconocida marca de productos lácteos no atraviesa su mejor momento financiero. Su presidenta, Carolina Espitia, lo explicó sin rodeos: “Alpina Productos Alimenticios ya no opera como antes”.
En una entrevista reciente con La República, Espitia aclaró que la caída del 33 % en los ingresos consolidados se debe, principalmente, a un proceso de transformación interna y reestructuración del negocio, no a un desplome en ventas locales. En palabras simples: la casa matriz ya no maneja directamente operaciones en Ecuador ni Estados Unidos, lo que cambia el balance general que presentan.
Una nueva Alpina, sin dejar de ser Alpina
Lejos de sonar a crisis, la presidenta fue clara: la compañía está en modo evolución. Y aunque los números consolidados bajaron, el desempeño local en Colombia fue positivo durante el primer semestre de 2025. Según Espitia, Alpina logró un crecimiento del 6,7 % en ingresos, con $1,1 billones facturados, y un aumento del 60 % en utilidades, llegando a $49.000 millones.
La clave de esta resistencia ha estado en la innovación constante. Alpina participa hoy en seis categorías clave, que van desde yogures y bebidas hasta alimentos infantiles. Espitia lo resume con un dato llamativo: “Cada segundo se venden tres Bon Yurt en Colombia”.
Mirando hacia el futuro… con inteligencia artificial
Alpina también tiene la mirada puesta en lo que viene. La empresa anunció una inversión de $80.000 millones (unos US$20 millones anuales) para fortalecer sus capacidades tecnológicas, con un énfasis en inteligencia artificial y manejo de datos. “Queremos apalancar una renovación total en IA y tecnología para mantenernos competitivos y seguir creciendo”, indicó Espitia.