Petro expone divisiones en su gabinete y defiende nombramientos polémicos con contundencia

El presidente Gustavo Petro protagonizó un Consejo de Ministros de alto voltaje este martes en la Casa de Nariño, donde abordó desde la crisis de las EPS y la reforma tributaria, hasta profundas tensiones internas con la vicepresidenta Francia Márquez. Sin embargo, el momento más recordado fue su durísima defensa de los nombramientos en el Ministerio de Igualdad, acompañada de una frase que generó polémica nacional.

“A mí nadie que sea negro me dice que hay que excluir un actor porno”

Durante el consejo, Petro defendió con vehemencia a Amaranta Hank (Alejandra Omaña), exactriz de entretenimiento para adultos, y a Juan Carlos Florián, actual viceministro de Igualdad. Según el presidente, Márquez le habría advertido que renunciaría si ambos eran ratificados en sus cargos. En respuesta, el mandatario lanzó una frase lapidaria:

“A mí nadie que sea negro me va a decir que hay que excluir a un actor porno que creó un sindicato de trabajadores en París”.

La alusión no solo defiende la inclusión sin prejuicios, sino que también levanta una fuerte crítica a las posturas de Francia Márquez, generando un choque interno entre los llamados a inclusión radical y una mirada más conservadora dentro del Ejecutivo.

Para robustecer su defensa, Petro recordó un episodio de su viaje a París en 2023, donde sostuvo reuniones con representantes de trabajadores sexuales organizados, buscando normalizar su participación en instancias sindicales y políticas:

“Estuve con actores porno hablando de Marx”, aseguró, para enfatizar que la inclusión debe ser parte innegable del aparato estatal.

Salud en emergencia y reforma tributaria como agenda prioritaria

Más allá del giro moral y racista, el Consejo mantuvo el foco en temas urgentes: la crisis del sistema de salud y las reformas económicas.

Petro alertó sobre una deuda superior a 100 billones de pesos que las EPS han acumulado:

“La ley 100 y quienes la defienden le han quitado al sistema real de salud al menos 100 billones de pesos”.

Dirigió su crítica principal a Keralty, calificando a sus directivos como “criminales” por lo que describió como una utilización indebida de recursos públicos en campañas políticas.

En el ámbito económico, lanzó un mensaje contundente: sin una reforma tributaria que grave a las rentas más altas, las herencias y las grandes fortunas, advirtió que:

“El Estado se va a quebrar antes de 2030”.

El ministro de Hacienda, Germán Ávila, secundó esta advertencia al presentar un presupuesto para 2026 con un aumento del 13 % en gastos de funcionamiento, condicionados a recursos frescos provenientes de nuevos tributos.


Gabinete fracturado: una “vendetta” por resolver

El ambiente dentro del Gobierno no es el más armonioso. Petro reveló que dedica el 80 % de su tiempo a lidiar con conflictos internos, describiéndolos como una “vendetta a muerte” entre funcionarios:

“Se pusieron al servicio de la pereza o del gran capital”, acusó, anunciando que su criterio será firme:

“Me respetan o se van”.

Este ultimátum busca cortar de raíz la apatía política y la deslealtad hacia su programa de Gobierno, sentando un mensaje claro: quien no respete nuestro proyecto, no tiene cabida en su equipo.

¿Inclusión radical o fractura ideológica?

Las declaraciones de Petro evidencian una fractura profunda entre los impulsores de una inclusión radical —representada por Márquez— y el núcleo más progresista que defienden una apertura sin límites. La defensa de figuras tan polémicas como Amaranta Hank pone sobre la mesa debates sobre qué significa realmente inclusión y hasta dónde debe llegar en el uso del poder público.

Este Consejo de Ministros, de más de cinco horas, reveló los ejes del pulso interno en la Casa de Nariño: salud, economía y fidelidad política. Pero, sobre todo, expuso que en Los Pinos no hay líneas claras, sino profundas divisiones que empiezan a asomar con fuerza pública.