Con profunda fe y tradición, las parroquias de Barranquilla celebraron este 16 de julio la festividad en honor a la Virgen del Carmen, patrona de los conductores y navegantes.
Desde tempranas horas, las comunidades se unieron en caravanas que recorrieron las calles, seguidas por rosarios, bendiciones de vehículos, eucaristías y espacios de oración. Uno de los momentos más emotivos fue la solemne procesión, que reunió a familias enteras para compartir peticiones y agradecer favores recibidos.
En la parroquia Nuestra Señora del Carmen, que lleva el nombre de la advocación mariana, cientos de feligreses se congregaron para vivir con intensidad esta jornada. La participación de niños, jóvenes, adultos y adultos mayores evidenció el arraigo de esta tradición religiosa, que año tras año fortalece la espiritualidad de los barranquilleros y reafirma su vínculo con la Virgen del Carmen como símbolo de protección y esperanza.
