Contraloría General estableció 11 hallazgos fiscales por $28.000 millones en el Atlántico

El hallazgo fiscal de mayor cuantía es por $23 mil millones, en el proyecto denominado Mejoramiento de la Vía Tubará- Guaimaral- Paluato en el Departamento del Atlántico, por deficiencias constructivas, de calidad y planeación.

Un total de 11 hallazgos fiscales por más de $28 mil millones fue el resultado de una rigurosa auditoría adelantada por la Contraloría General de la República a proyectos ejecutados con recursos del Sistema General de Regalías (SGR) en el departamento del Atlántico. Las investigaciones fueron desarrolladas a través de cuatro Actuaciones Especiales de Fiscalización, luego de que estos proyectos presentaran múltiples alertas por pérdida o uso inadecuado de los recursos públicos.

El caso más grave: la vía Tubará-Guaymaral-Paluato

El hallazgo más significativo recae sobre el proyecto de mejoramiento de la vía Tubará-Guaymaral-Paluato, con una presunta afectación al erario por $23 mil millones. Según la Contraloría, el proyecto – aprobado por el OCAD Región Caribe mediante el Acuerdo No. 43 del 6 de julio de 2017 – fue ejecutado por la Gobernación del Atlántico y presentó graves deficiencias en su planeación, construcción y calidad de las obras.

A pesar de haber sido entregada hace más de cuatro años, la vía evidencia fallas funcionales y estructurales en el pavimento, que comprometen su estabilidad y seguridad vial. Estos problemas fueron identificados como “patologías del pavimento”, lo que motivó el hallazgo con mayor impacto económico de la auditoría.

Como resultado de esta fiscalización, la Contraloría también reportó beneficios de auditoría por $688 millones en este proyecto, derivados de ajustes y recuperaciones dentro del proceso de revisión.

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Más irregularidades en otros sectores

La segunda Actuación Especial de Fiscalización, realizada durante el primer semestre de 2024, incluyó la revisión de siete proyectos en distintos sectores como Agricultura, Comercio, Transporte y Medio Ambiente. De esta evaluación se derivaron cinco hallazgos con incidencia fiscal por $2.409 millones y dos beneficios de control fiscal por casi $60 millones.

El hallazgo más destacado de esta fase corresponde al proyecto denominado “Construcción de obras para la mitigación del riesgo generado por la ola invernal y el incremento de los niveles del Canal del Dique en la zona rural del municipio de Santa Lucía”, en el que se detectaron fallas en la calidad de la obra, pagos administrativos sin soporte y recursos no causados. El daño al erario en este caso se estimó en $1.913 millones.

Durante la segunda mitad del año, otra Actuación Especial sobre siete proyectos ejecutados con recursos del SGR en el Atlántico permitió consolidar cuatro nuevos hallazgos fiscales por $2.316 millones, así como tres beneficios de auditoría por $629 millones.

Uno de los casos más representativos fue el proyecto de mejoramiento de vías urbanas en el municipio de Piojó (Fase II), con un hallazgo de $1.160 millones por obras de mala calidad, pagos por actividades no realizadas y falencias en el diseño y alcance del proyecto.

Facultad de Bellas Artes y MAMB: entre los elefantes blancos

En medio de esta cruzada por la transparencia, el vicecontralor Carlos Mario Zuluaga visitó esta semana las obras en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico, ubicada en el barrio El Prado de Barranquilla. Este proyecto, con una ejecución física superior al 95 %, ha sido objeto de más de 12 mesas de trabajo entre contratistas, interventores y la Contraloría para superar los retrasos acumulados durante tres años de ejecución.

Zuluaga reveló que en el Atlántico existen más de 20 obras en estado crítico con una inversión superior a $235 mil millones, muchas de las cuales se consideran elefantes blancos o proyectos inconclusos. Para Bellas Artes, se espera que los bloques académicos estén terminados y entregados el próximo 4 de agosto, mientras que el teatro estaría listo en octubre. No obstante, el contrato actual no contempla la terminación del auditorio, por lo cual se adjudicó una nueva inversión de $5.600 millones.

El proyecto inició con un valor de $29 mil millones, y con el tiempo ha sido objeto de una adición por $11 mil millones, además del contrato adicional del auditorio. Pese al alto costo, Zuluaga aclaró que aún no se han realizado auditorías para determinar si ha habido sobrecostos o detrimento patrimonial, ya que esa revisión se realizará en el primer semestre del 2026.

Alerta por el Museo de Arte Moderno de Barranquilla

Otro punto crítico identificado por la Contraloría es el proyecto de renovación del Museo de Arte Moderno de Barranquilla (MAMB). El vicecontralor expresó su preocupación por los atrasos en la ejecución de la obra, que está en la segunda fase de tres previstas. Aunque en su momento la Alcaldía de Barranquilla anunció que el proyecto estaría listo a finales de 2025, la Contraloría considera poco probable que ese plazo se cumpla.

“Estamos en julio y el cronograma no va acorde con lo establecido. El compromiso hoy es que los contratistas presenten un plan de choque que permita retomar el ritmo y poner al día la obra”, enfatizó Zuluaga.

Los resultados presentados por la Contraloría General de la República no solo evidencian la alarmante gestión de los recursos públicos en el Atlántico, sino también el riesgo permanente de que proyectos estratégicos para el desarrollo regional se conviertan en monumentos a la negligencia y la corrupción.

Desde fallas estructurales en vías rurales, pasando por obras inconclusas en sectores clave, hasta proyectos culturales que no logran avanzar al ritmo esperado, el llamado del ente de control es claro: se requiere mayor planeación, ejecución transparente y vigilancia ciudadana para garantizar que las regalías lleguen a buen término y generen verdadero bienestar social.