No fue una victoria en el marcador, pero sí una hazaña histórica. La tenista colombiana María Angélica Bernal escribió una nueva página en el deporte nacional este domingo, al disputar por primera vez la final de dobles femenino en silla de ruedas en el prestigioso torneo de Wimbledon.
Bernal, de 30 años, compartió cancha con la joven franco-rusa Ksénia Chasteau, de apenas 19, formando una dupla que sorprendió al circuito con su potencia y determinación. En la final, sin embargo, fueron superadas por las chinas Li Xiaohui y Wang Ziying, quienes se impusieron con parciales de 6-3 y 6-1, tras 55 minutos de juego en el mítico All England Club.
Aunque el resultado fue adverso, el camino de Bernal hasta esta instancia fue brillante. En semifinales, derrotaron a la experimentada británica Lucy Shuker y a la neerlandesa Diede de Groot, número uno del mundo, con parciales de 6-3 y 6-4. Antes, en cuartos de final, vencieron con carácter a las asiáticas Manami Tanaka y Zhenzhen Zhu.
Un ascenso firme en la élite
Con este logro, María Angélica Bernal no solo se consolida como una de las mejores tenistas paralímpicas del planeta, sino que también se convierte en la primera colombiana en llegar a una final de Wimbledon en esta modalidad. Actualmente ocupa la posición 10 en el ranking ITF de dobles y la sexta en sencillos, y estas posiciones podrían escalar tras su desempeño en Londres.
“Fue un torneo inolvidable. Llegar a esta final me llena de orgullo. No ganamos hoy, pero sí abrimos puertas para muchos otros que sueñan con estar aquí”, expresó Bernal, visiblemente emocionada al terminar el partido.
Más allá del resultado, su presencia en la final representa un triunfo del esfuerzo, la constancia y la superación. María Angélica Bernal sigue demostrando que el deporte colombiano tiene voz en los grandes escenarios del mundo, y que los límites se rompen con pasión.