Durante el fin de semana: El Atlántico, desbordado por la violencia: homicidios, extorsiones y panfletos siembran el terror

Los ataques ocurrieron en un estadero y en un polideportivo del barrio Semilla de Fe en el municipio de Sabanalarga, en menos de cinco horas. *Las autoridades investigan posibles conexiones con ajustes de cuentas y disputas entre bandas criminales.

Por Redacción Judicial

La violencia no da tregua en el Atlántico. Lo que antes parecían hechos aislados, hoy se consolidan como parte de una crisis estructural de seguridad que golpea con fuerza a municipios y barrios que alguna vez fueron considerados tranquilos. Sicariato, ajustes de cuentas, extorsiones y ataques en espacios públicos son ahora parte del día a día en un departamento donde la vida se apaga a bala, en cualquier calle, a cualquier hora.
Desde Barranquilla hasta los municipios del sur y centro del Atlántico, las cifras de homicidios crecen al ritmo del miedo, y la población, cansada de promesas, exige acciones reales, no comunicados fríos ni operativos de rutina. Las bandas criminales parecen tener el control de zonas enteras, mientras las autoridades luchan por contener una violencia que ya desbordó los límites de lo tolerable.
Lo más grave no es solo el número de muertos, sino la normalización del terror, el silencio impuesto por el miedo y la ausencia del Estado en los territorios donde la delincuencia impone sus propias reglas. El Atlántico derrama sangre, y cada día que pasa sin respuestas contundentes es una nueva herida abierta.

Tres homicidios en menos de cinco horas

Este sábado 12 de julio, Sabanalarga fue escenario de una nueva jornada sangrienta: tres hombres fueron asesinados y uno más resultó herido en dos ataques perpetrados en cuestión de horas.
Eran cerca de las 3:30 de la tarde cuando el primer estallido de violencia rompió la rutina en la zona comercial del municipio, justo a la altura del estadero conocido como ‘Donde Camacho’, un lugar frecuentado por habitantes que buscan una cerveza fría, una charla de sábado, un respiro del calor.
Pero ese día el ambiente se tornó de plomo y pánico.
Según lo suministrado por los testigos, dos sujetos armados llegaron al sitio, se dirigieron a una de las mesas y dispararon sin piedad contra los hombres que allí se encontraban. En el ataque, Joseph de Jesús Ahumada Peña, de 34 años, fue alcanzado por los proyectiles. A su lado, otro hombre conocido como ‘Mencho’ también fue herido gravemente.
La comunidad, en medio del caos, logró trasladar a las víctimas hasta el hospital local. Allí los médicos confirmaron la muerte de Ahumada Peña, mientras que ‘Mencho’ fue remitido a otro centro asistencial en estado crítico. Los atacantes huyeron sin que nadie pudiera detenerlos.
Las primeras versiones de las autoridades apuntan a que el atentado iba dirigido contra ‘Mencho’, un hombre con antecedentes por estupefacientes y hurto, y que ya habría sido objetivo de otros ataques armados.
Pese a eso, nada justifica que en pleno día, en un lugar público, se diera este doble crimen
El miedo apenas se estaba digiriendo cuando, cuatro horas después, un segundo hecho estremeció al municipio. Esta vez, el escenario fue el polideportivo de la urbanización Semilla de Fe, donde niños suelen jugar y vecinos se reúnen a dialogar.
Allí, alrededor de las 8:00 de la noche, dos jóvenes, uno de ellos menor de edad y el otro de 18 años fueron asesinados a quemarropa.
Las víctimas estaban en la calle 29 con carrera 16, cuando se acercó otra persona y les disparó con un arma de fuego ocasionándoles la muerte, huyendo del lugar en una motocicleta.
Se trataba de Jacinto González Morillo y Jean Carlos Ruiz Velandia. Sus cuerpos quedaron a la vista de todos. Niños que jugaban cerca corrieron despavoridos. Vecinos gritaron, lloraron, otros simplemente se encerraron, impotentes ante una cruda realidad que, aunque recurrente, sigue generando temor.
“No hay hora segura, no hay lugar seguro”, dijo una mujer mayor mientras miraba desde la reja de su casa. “Ya ni en el parque se puede estar. ¿Qué más tiene que pasar para que el gobierno ponga atención?”.
Las autoridades del Atlántico confirmaron ambos hechos y aseguraron que la Sijín ya adelanta investigaciones para identificar y capturar a los responsables. Sin embargo, como suele suceder, la comunidad no solo pide justicia, sino también prevención, presencia y protección real.

¿Amenazas cumplidas?

Luego de los episodios sangrientos, trascendió que ocho días antes, es decir el pasado 6 de julio en la población circularon por redes sociales un panfleto amenazante contra presuntos integrantes de bandas criminales quienes habían cometido delitos como atracos y extorsiones.
En el escrito se observa un listado de personas que serían declaradas “objetivo militar” de los denominados “La Mano Negra”.
“Ya que las autoridades no hacen de su parte lo haremos nosotros con el plomo. Todo aquel colaborador de ‘Los Pepes’, ‘Los Costeños’ y ‘Clan del Golfo’ los tenemos identificados.
En el documento para dar de baja rezaba el alias de ‘Mecho’, el hombre herido en el estadero, y a quien le daban 24 horas para obedecer.

Arturo García Medrano

“La violencia criminal está desbordada y las autoridades no han sabido contenerla”

Por Redacción Judicial
Ante la escalada de violencia en Barranquilla, Soledad y otros municipios del Atlántico, no solo se evidencia en las cifras, sino en el miedo creciente de los ciudadanos. A esta situación se refirió Arturo García Medrano, ex personero de Barranquilla y experto en temas de seguridad, quien hizo un llamado urgente a replantear la estrategia de las autoridades frente al crimen organizado y a la aparición de nuevas estructuras delictivas.
“El primer semestre no ha sido favorable en las estadísticas criminales. Lamentablemente, lo que estamos viendo es una sostenida debilidad frente al accionar de las bandas criminales. Más allá de ‘Los Pepes’ o ‘Los Costeños’, están emergiendo estructuras no visibilizadas que están ganando control sobre ciertos territorios”, advirtió el jurista.
Según García Medrano, el panorama delictivo en la región está cambiando y las autoridades no están respondiendo a tiempo ni con eficacia. Destacó que han surgido nuevos actores violentos como el autodenominado grupo ‘La Mano Negra’ y el Bloque de Resistencia Caribe, que estarían detrás de recientes homicidios y amenazas.
“El accionar violento nos está mostrando nuevos actores criminales en el panorama, y lo más grave es que el Ministerio de Defensa no los ha tenido en cuenta dentro de sus programas de inteligencia. Estas estructuras buscan generar pánico y lo están logrando, sobre todo con los crímenes que hemos presenciado en este primer semestre”, puntualizó.

Fallas en la respuesta del Estado

El experto en seguridad también cuestionó la eficacia de las estrategias implementadas hasta ahora por las autoridades. Aunque se han anunciado inversiones en materia logística, García Medrano sostiene que no han sido suficientes ni han logrado contener los delitos más graves, como el homicidio y la extorsión.
“Las autoridades intentan mostrar soluciones hablando de recursos y operativos, pero la realidad es que no han logrado derrotar el homicidio ni frenar las extorsiones, delitos que además están dejando víctimas inocentes. El crimen sigue avanzando y las respuestas siguen siendo reactivas, no preventivas”, sostuvo.
García Medrano subrayó la necesidad de intervenciones profundas y focalizadas, especialmente en los sectores más golpeados por la criminalidad.
“Es urgente que se focalicen intervenciones en los barrios más críticos de Barranquilla, Soledad y municipios cercanos, con inteligencia real, presencia institucional y programas sociales que complementen la acción policial. Mientras eso no ocurra, la violencia seguirá escalando y cobrando vidas”, concluyó.