En una decisión que ha generado controversia en los círculos judiciales y políticos de Estados Unidos, la fiscal general Pam Bondi despidió este viernes a más de 20 funcionarios del Departamento de Justicia que participaron en casos penales relacionados con el expresidente Donald Trump.
Según informó el medio Axios, entre los desvinculados se encuentran abogados, personal administrativo y alguaciles federales, muchos de los cuales estuvieron directamente involucrados en las investigaciones por el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 y el manejo indebido de documentos clasificados por parte del exmandatario.
De acuerdo con The New York Times, al menos dos fiscales que trabajaban bajo la supervisión del exfiscal especial Jack Smith fueron cesados, al igual que varios miembros del equipo técnico que apoyaba las investigaciones. Estas destituciones se suman a las de 14 funcionarios que ya habían sido despedidos antes de que Bondi asumiera oficialmente el cargo como fiscal general.
Axios califica la medida como parte de una «purga masiva» al interior del Departamento de Justicia, presuntamente con el propósito de eliminar a todos aquellos vinculados a los procesos judiciales que enfrentó Trump durante y después de su mandato presidencial.
La decisión ha desatado fuertes críticas entre expertos legales y defensores de la independencia judicial, quienes advierten sobre el riesgo de una politización del sistema de justicia y un retroceso en la rendición de cuentas frente a posibles abusos de poder.
Hasta el momento, ni la Casa Blanca ni el Departamento de Justicia han emitido comentarios oficiales sobre el alcance o los motivos de los despidos. Analistas señalan que la medida podría tener un impacto profundo en la percepción de imparcialidad del aparato judicial federal, justo en un año marcado por tensiones políticas y campañas presidenciales en curso.