El hijo del “Chapo” Guzmán aceptó cargos por tráfico de drogas, incluido fentanilo, y crimen organizado. La sentencia se definirá en seis meses, mientras la fiscalía exige una multa de 80 millones de dólares.
En una audiencia celebrada en un tribunal de Chicago, Ovidio Guzmán, hijo del temido narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, se declaró culpable de varios cargos relacionados con narcotráfico, incluidos el tráfico de fentanilo y su participación en el crimen organizado vinculado al Cartel de Sinaloa.
La jueza federal Sharon Coleman confirmó que Guzmán aceptó su responsabilidad en cuatro cargos criminales graves, con lo cual evita someterse a un juicio que podría haber derivado en una cadena perpetua. La confesión incluye su participación activa en la distribución de múltiples drogas ilícitas hacia Estados Unidos.
Durante la audiencia, Ovidio Guzmán manifestó que ha sido diagnosticado con depresión desde octubre del año pasado y que actualmente se encuentra bajo tratamiento médico. Aseguró también que su confesión fue completamente voluntaria: “Nadie me obligó a declararme culpable”, afirmó ante el tribunal.
Por su parte, la fiscalía de Chicago solicitó al tribunal que Guzmán pague una multa de 80 millones de dólares, aunque el monto final y la condena serán determinadas por la jueza Coleman en un plazo de aproximadamente seis meses. Según las autoridades, la cooperación con la justicia por parte del acusado podría ser considerada como un factor para reducir su pena.
Este caso marca un nuevo episodio en la lucha contra el narcotráfico internacional, en el que miembros de alto perfil del Cartel de Sinaloa enfrentan cargos en Estados Unidos. La extradición y el procesamiento de Ovidio Guzmán refuerzan el mensaje de que las autoridades norteamericanas continúan cercando a las cabezas visibles de las organizaciones criminales más poderosas de México.
Y.A.