Crimen y rastreo: lanzaron celulares al río Bogotá tras atentado contra Miguel Uribe Turbay

Miguel Uribe

La Fiscalía reveló que alias ‘El Costeño’, capturado por el ataque al senador, operaba con apoyo de varios cómplices y usó a un menor para ejecutar el plan. Parte de la evidencia fue arrojada al río Bogotá para frustrar el rastreo de las autoridades.

La investigación judicial sobre el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay sigue revelando detalles alarmantes sobre la estructura criminal detrás del hecho y las estrategias usadas para burlar a la justicia. La Fiscalía General de la Nación señaló a Elder José Arteaga Hernández, alias ‘El Costeño’, como el líder de la organización que orquestó el ataque y quien fue capturado gracias a una denuncia anónima en el barrio El Muelle, en Engativá, al occidente de Bogotá.

El seguimiento de su paradero fue posible tras la publicación del cartel de recompensa. “Una de las llamadas recibidas por la línea habilitada por la Policía Nacional permitió ubicar al señalado criminal. La fuente pidió reserva de identidad por temor a represalias y aseguró que al menos tres personas ayudaban a ‘El Costeño’ a esconderse”, reveló un reconocido medio de comunicación nacional.

Entre sus colaboradores estaría alias ‘Junior’, descrito por una fuente como su socio en “vueltas o fechorías”, quien estaría implicado también en otros delitos cometidos por esta organización.

Uno de los elementos más reveladores del proceso fue la estrategia utilizada para evitar el rastreo de las comunicaciones. Durante las labores de Policía Judicial, tanto Carlos Mora, conductor del vehículo involucrado en el atentado, como Catherine Hernández, quien habría recibido una oferta de 10 millones de pesos para colaborar, confirmaron que los teléfonos utilizados en la planificación fueron eliminados. Algunos fueron vendidos, otros destruidos y varios lanzados al río Bogotá para impedir su rastreo.

La Fiscalía también afirmó que la organización tomó la decisión de encomendar la ejecución del atentado a un menor de edad, con el objetivo de evitar consecuencias penales severas en caso de ser capturado. Esta táctica ha sido empleada por diversas estructuras criminales en Colombia para evadir la justicia.

La audiencia de medida de aseguramiento continúa revelando la dimensión del entramado delictivo que rodeó este hecho, y las autoridades avanzan en la identificación de todos los responsables.

Y.A.