En un nuevo giro dentro del escándalo por corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), la Fiscalía General de la Nación firmó un principio de oportunidad con María Alejandra Benavides, exasesora del Ministerio de Hacienda, quien ahora pasa de investigada a testigo clave.
El acuerdo —que aún debe ser avalado por un juez el próximo 22 de julio— le permitirá a Benavides colaborar con la justicia a cambio de beneficios judiciales, en una jugada estratégica del ente acusador para fortalecer su caso contra el exministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.
A Benavides se le señala por el delito de interés indebido en la celebración de contratos, uno de los frentes de investigación en la presunta red de corrupción que habría operado en la adjudicación de recursos públicos destinados a emergencias y desastres en el país.
Para la Fiscalía, su testimonio podría abrir nuevas puertas en el caso, al tratarse de una funcionaria con acceso directo a información sensible sobre decisiones contractuales dentro del Gobierno.
El principio de oportunidad no solo marca un punto de inflexión en el caso, sino que también envía una señal: las investigaciones avanzan hacia las cabezas más visibles del escándalo, y quienes cooperen podrían tener salidas menos severas frente a la justicia.