El expresidente Iván Duque manifestó su inconformidad frente al juicio que enfrenta el exmandatario Álvaro Uribe Vélez, calificándolo como una forma de intimidación política en contra de quien, según él, lideró una férrea lucha contra el terrorismo en Colombia.
A través de una publicación en sus redes sociales, Duque aseguró que las acusaciones por presunta manipulación de testigos, fraude procesal y soborno representan una persecución judicial contra Uribe, a quien definió como «una voz que enfrentó con determinación a las estructuras más temidas del terrorismo».
Durante la audiencia final del proceso, Uribe reiteró su inocencia y señaló que siempre ha actuado con transparencia. Por su parte, la jueza Sandra Liliana Heredia informó que el próximo 28 de julio se conocerá el sentido del fallo.
Duque defendió la actuación de su mentor político, resaltando lo que consideró una defensa sólida, basada en pruebas claras y argumentos contundentes. Asimismo, cuestionó varias supuestas irregularidades del proceso, entre ellas interceptaciones telefónicas sin justificación legal, testigos con intereses particulares y una detención preventiva sin bases firmes.
El caso tiene sus raíces en 2012, cuando Uribe denunció al entonces senador Iván Cepeda por presunta manipulación de testigos. Sin embargo, la Corte Suprema no investigó a Cepeda y, en cambio, inició un proceso contra Uribe por supuestos intentos de alterar testimonios a su favor mediante su abogado Diego Cadena. Entre los testigos involucrados se encuentra el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve.
En 2020, Uribe renunció a su escaño en el Senado para que su caso pasara a la justicia ordinaria, lo cual ocurrió en medio de una amplia controversia política y judicial. El juicio comenzó formalmente en febrero de 2025, tras la acusación presentada por la Fiscalía.
El pronunciamiento de Duque se da en un contexto de alta tensión política, mientras el país permanece atento al desenlace de uno de los casos judiciales más relevantes en la historia reciente de Colombia.