El presidente Gustavo Petro cuestionó la inspección del Ministerio Público a la Cancillería y denunció presiones políticas sobre la producción de pasaportes, vinculando a poderosos sectores empresariales.
El presidente Gustavo Petro lanzó duras críticas contra la Procuraduría General de la Nación tras la inspección que adelantó este organismo en la Cancillería, relacionada con el proceso de producción de pasaportes en el país. A través de su cuenta en X, el mandatario afirmó: “La procuraduría impidió la investigación de libre competencia sobre Thomas and Gregg (sic), que viejas amistades políticas no dejen cumplir los deberes públicos de los funcionarios”.
Petro advirtió que la Procuraduría no debe actuar para intimidar a los servidores públicos: “La procuraduría no está para atemorizar funcionarios en cumplimiento de su deber, sino para hacer cumplir la constitución”. Además, defendió su rol como garante del orden económico: “La facultad de cuidar la libre competencia, es una facultad constitucional del presidente de la república y la haré valer”, subrayó.
En su pronunciamiento, el jefe de Estado rechazó cualquier subordinación a intereses empresariales: “Este gobierno no está arrodillado a Thomas and Gregg (sic), en cuya junta directiva hay expresidentes y excandidatos presidenciales”. En ese mismo sentido, tildó de “inmoral” el vínculo entre figuras políticas de alto perfil y esa empresa: “Absolutamente inmoral que candidatos de alta gama de la oligarquía, dirijan la empresa que hacen los cómputos. Enorme burla a la democracia”.
El malestar del presidente también estaría relacionado, según reveló un reconocido medio de comunicación nacional, con presuntas decisiones disciplinarias que el Ministerio Público estaría preparando. La situación se originó tras una visita preventiva de la Procuraduría a la Cancillería, luego de denuncias hechas por la saliente canciller Laura Sarabia.
Sarabia acusó a Alfredo Saade, jefe de despacho, de ordenar el retraso en la asignación de citas para la expedición de pasaportes con el objetivo de “hacer rendir” los documentos restantes. “Sin tener ninguna atribución para ello, Saade reunió a mi equipo para darles una orden improvisada y contraria a la mía”, dijo Sarabia en entrevista con Cambio. “Mi equipo me dejó saber que el señor Saade les ordenó demorar la asignación de citas para ‘hacer rendir el stock de pasaportes que queda’”, agregó.
La inspección fue realizada por los procuradores Marcio Melgosa y Samuel Arrieta, delegados para la Función Pública, y también se extenderá a las instalaciones de la Imprenta Nacional, donde se busca verificar de primera mano la situación actual de la producción de los pasaportes.
Y.A.