La ciudad de Barranquilla fue epicentro de una reflexión profunda sobre el papel de las redes como herramientas transformadoras durante la jornada inaugural del Foro Mundial de Desarrollo Local, organizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Moderado por Paolo Rosso, consultor senior de la OCDE, el espacio partió de una premisa clara: los desafíos territoriales no tienen soluciones individuales, sino colectivas. Rosso subrayó que construir redes permite compartir aprendizajes, generar economías de escala y crear bienes públicos innovadores que beneficien tanto a las comunidades como a las empresas.
La academia como agente de cambio
Desde México, Natalia Salinas presentó el caso de la Universidad Internacional de Venecia, institución que ha reformulado su rol para actuar como puente entre gobiernos locales, empresas y ciudadanía. Compartió como logro destacado la obtención de una cooperación técnica no reembolsable del BID por 1.5 millones de dólares, la cual fue triplicada para impulsar el desarrollo de la Cuenca Occidental del Lerma.
Además, resaltó la conexión con la Universidad Católica de Oriente (Colombia), nacida a partir de la Summer School de la OCDE. “Las universidades pueden activar verdaderos procesos de transformación cuando trabajan en red”, afirmó.
Cooperativismo con raíz territorial
El secretario general de Confecoop Colombia, Jorge Hernando Leal Ussa, habló sobre el cooperativismo como una red sólida y profundamente enraizada en los territorios. En contextos donde el Estado ha sido débil, dijo, las cooperativas han promovido empleo, inclusión financiera y gobernanza comunitaria. “No solo producen y financian, también construyen tejido social y sentido de pertenencia”, señaló.
Redes desde la práctica consciente
Para Mario Vargas, director de la Corporación Valioso, la transformación real nace de la experiencia y el compromiso con el territorio. “La verdadera innovación nace desde la conciencia, no desde la fórmula”, aseguró. Invitó a repensar los modelos tradicionales de desarrollo y a conectar no solo instituciones, sino también propósitos y emociones colectivas.
Gobernanza con perspectiva de género
Desde Argentina, Natalia Julieta Fenizi, del Ministerio de Desarrollo Humano, propuso visibilizar las “redes invisibles” de mujeres que sostienen la economía del cuidado en los territorios. Afirmó que es clave integrarlas en procesos de liderazgo y gobernanza. “Las políticas públicas sostenibles deben mirar más allá de lo inmediato y construir con visión de largo plazo”, señaló.
Turismo al servicio del desarrollo
El enfoque del turismo como herramienta de inclusión social fue planteado por Huáscar Jiménez, director del Centro de Estudios de Turismo y Desarrollo Local (CETDEL) de República Dominicana. Cuestionó los modelos de turismo masivo que, aunque lucrativos en cifras, generan exclusión en los territorios. “El turismo debe estar al servicio del desarrollo, no al revés”, advirtió.
Colaboración técnica para la innovación
Desde la CEPAL, Marco Dini resaltó que el trabajo en red produce resultados positivos en tres niveles: empresas, innovación y desarrollo territorial. “Muchas veces no hay soluciones listas, hay que crearlas colectivamente desde redes diversas, que actúan como infraestructura blanda del desarrollo”, explicó.
A su vez, Carlos Alberto Suárez (Invest in Bogotá) y Alessandra Proto (OCDE) compartieron experiencias de articulación exitosa entre sectores público y privado, siempre con una mirada territorial.
Una jornada que cerró tejiendo lazos
La jornada finalizó con un taller práctico en el que los asistentes trabajaron en grupos para aplicar lo aprendido y crear nuevas conexiones entre instituciones, regiones y proyectos. Se reafirmó así la idea central del encuentro: el desarrollo local no es tarea de uno solo, sino una construcción compartida.
Barranquilla, como anfitriona del evento, ratificó su papel como ciudad que impulsa un modelo de desarrollo basado en la colaboración entre comunidad, gobierno, academia y empresa. Este foro consolida su imagen como un espacio abierto al diálogo regional y a la creación de alianzas con impacto tangible en los territorios.