Una grave emergencia se vive en el centro-sur del estado de Texas, donde las intensas lluvias provocaron el desbordamiento del río Guadalupe, dejando al menos 43 personas muertas, según confirmaron este sábado las autoridades del condado de Kerr. Entre las víctimas se encuentran 15 menores de edad.
La tragedia, que se desató tras días de lluvias torrenciales, ha afectado especialmente a las zonas rurales ubicadas al este de la ciudad de San Antonio. El sheriff del condado, Larry Leitha Jr., informó en rueda de prensa que continúan los operativos de búsqueda y rescate con la participación de cientos de socorristas.
«Estamos concentrando todos los esfuerzos en localizar personas desaparecidas. Pedimos a la población que nos ayude proporcionando datos de sus familiares o conocidos que aún no han sido ubicados», expresó el sheriff.
Las autoridades no han determinado con exactitud cuántas personas permanecen desaparecidas, ya que muchas de las víctimas potenciales eran turistas o residentes temporales que se encontraban acampando en la zona para celebrar el feriado del 4 de julio.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, también se pronunció sobre la emergencia y solicitó a los equipos de rescate actuar con urgencia. “Cada minuto cuenta. Les he pedido que aceleren las labores para encontrar sobrevivientes”, dijo durante la conferencia.
Las imágenes provenientes de la zona muestran viviendas arrasadas, vehículos flotando y caminos completamente destruidos, lo que dificulta el acceso de los equipos de emergencia.
La magnitud del desastre ha generado una ola de solidaridad dentro y fuera del estado, mientras se espera que el gobierno federal declare zona de desastre en las próximas horas.
