Pital de Megua llenó de sabor y tradición el Atlántico

Con ollas al fuego, hojas de bijao y el inconfundible aroma de tradición, las calles de Pital de Megua, corregimiento de Baranoa, volvieron a convertirse en el epicentro del sabor con la edición número 33 del Festival del Pastel.

La fiesta que no solo rinde homenaje a uno de los platos más emblemáticos del Atlántico, sino que impulsa el turismo, fortalece la economía local y resalta el liderazgo de las mujeres en las cocinas tradicionales.

El evento, que este año superó todas las expectativas de asistencia, reunió a cientos de visitantes desde tempranas horas, entre ellos turistas nacionales y extranjeros, como Edwin Gaitán, un motociclista que vino desde Bogotá: “Este festival es muy conocido y decidí venir hasta acá para probar el pastel que está muy bueno de sabor”. Y así, con cada bocado, el pastel pitalero, de pollo, cerdo, mixto o especial, se convirtió en una experiencia de identidad y memoria.

La jornada contó con la presencia del gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, quien recorrió los puntos de venta, saludó a las hacedoras y destacó el impacto del festival como ejemplo de turismo cultural. “Seguimos construyendo el Atlántico como gran destino turístico. Este festival, con su diversidad de sabores, moviliza la economía del municipio y exalta el trabajo comunitario que sostiene esta tradición”, expresó el mandatario.

En total, participaron 65 matronas que se propusieron como meta vender más de 25.000 pasteles, superando las cifras del año anterior, que alcanzaron ventas por cerca de 600 millones de pesos. Esta edición también contó con el respaldo institucional de la Secretaría de Cultura, a través de la estrategia Ruta 23, que ha impulsado el reconocimiento patrimonial de las cocinas vivas del departamento.

La visita incluyó la presentación de la Plaza Gastronómica de Pital de Megua como uno de los proyectos estructurados por la Gobernación. Esta obra busca preservar la identidad local, promover el turismo de base comunitaria y visibilizar el trabajo de las mujeres cocineras, pilares de una tradición que se hereda de generación en generación.

Entre las protagonistas del festival estuvo Eva Lasso, reconocida matrona del corregimiento, quien compartió detalles sobre el proceso de preparación. “Nosotros usamos ingredientes propios de la región y venimos trabajando en el mejoramiento de la receta. Junto con los estudiantes de Nutrición y Dietética de la Universidad del Atlántico hemos estandarizado las cantidades para nuestro tradicional pastel de 750 gramos”.

Además del deleite culinario, el festival ofreció una agenda cultural, artística y deportiva. Entre las actividades destacadas estuvieron la Gran Carrera Atlética ‘Se corre con sabor a pastel’ y la inauguración del Museo Matronax, una iniciativa que celebra el legado femenino en la cocina caribeña.