Junio 30 1862 se publica final de Los Miserables, de Víctor Hugo

Los Miserables (Imagen tomada de https://diariodigital.org/los-miserables-la-novela-de-victor-hugo/)

Esta obra es considerada como la mejor y más emblemática de este escritor, autor también de El Jorobado de Nôtre Dame

Por: Pepe Sánchez.

El 30 de junio de 1862, se publicó el último capítulo de Los Miserables, considerada como la mejor y más emblemática obra del escritor francés, Victor Hugo. Esta monumental novela está ambientada en la Francia posterior a la caída del Imperio Napoleónico, a la restauración de la monarquía, al profundo descontento social de ese momento y a la exposión de manera franca de temas tabú para la época, como la redención, la justicia social, la pobreza y la lucha contra la opresión.

La obra completa consta de cinco partes que -al mejor uso del siglo XIX- se iban publicando de manera separada, a fin de acrecentar la expectativa del público por conocer el desenlace y hacer que el interés no se perdiera.

La historia tiene lugar en la Francia de la primera siglo XIX. Para ese entonces, ya había caído el Imperio de Napoleón Bonaparte, se había restituído la monarquía y volvían a la palestra los señores feudales como dueños de las tierras.

Las reivindicaciones sociales que habían hecho del país algo mucho más equitativo y justo bajo los principios de Igualdad, Fraternidad y Libertad que se entronizaron en la Revolución Francesa desde 1789, ahora eran dejadas atrás, volviendo al anterior manejo egoísta y opresor.

La situación de extrema pobreza y desigualdad social, volvía a ser dominante y agobiante en todo el país, donde volvía a generar la simiente de la rebelión.
En este ambiente de tensión y odios, se desarrolla la novela Los Miserables.

Jean Valjean, un leñador y trabajador agrícola, quien era el sostén de su hermana y sus sobrinos, víctima de la extrema pobreza y sin esperanzas de superarla, se roba un pan para llevarlo a casa como único alimento. Le toca cumplir una larga condena de 19 años por el hurto y luego por múltiples intentos de evasión. Nadie le da trabajo ni posada y quien se compadece de él es el obispo Myriel con quien también tiene un extraño episodio.

Valjean le roba al obispo un juego de plata y es capturado, pero el clérigo se rehusa a acusarlo y en su lugar, le regala dos candelabos también de plata y le ruega que cambie.
Dado que ninguna puerta se abre para él, Valjean determina adoptar una falsa identidad -se hace llamar ahora  Señor Magdalena- y poco a poco va convirtiéndose en un poderoso empresario en la ciudad de Montreuil-sur-Mer, donde llega a ser alcalde.

A partir de su nueva identidad, Jean Valjean se convierte en un hombre ejemplar y generoso, pero siempre vigilado por la sombra de su pasado: el inspector Javert, fanático del orden y la ley. La persecución implacable de Javert a Valjean es, en sí misma, un duelo moral entre el castigo y la redención.

La trama se entrelaza luego con la desgarradora historia de Fantine, una mujer abandonada a su suerte, cuya única luz es su hija Cosette. Valjean promete cuidar de ella, y esa promesa se convierte en la brújula de su vida.

Cosette crece bajo su amparo, pero su juventud coincide con un París convulso, lleno de tensiones políticas, pobreza crónica y jóvenes idealistas que preparan una insurrección. Entre ellos está Marius, enamorado de Cosette y en lucha con su propio pasado. La novela avanza entre barricadas, sacrificios y reencuentros imposibles. En ese camino, Hugo nos regala una radiografía de la Francia profunda y nos invita a mirar al margen de la historia oficial.

Los Miserables está organizada en cinco partes:
FantineCosetteMariusEl idilio en la calle Plumet y la epopeya en la calle Saint-Denis, y Jean Valjean.

Cada una no solo marca una etapa narrativa, sino que representa una dimensión ética y social: la caída, la inocencia, la juventud en busca de justicia, el amor que sobrevive a la guerra, y la redención final. Es, en el fondo, una obra sobre la dignidad humana cuando todo parece negársela.

La última parte de Los Miserables, titulada Jean Valjean, es un canto a la redención silenciosa. Tras años de ocultar su identidad y de proteger a Cosette, Valjean decide apartarse discretamente para no manchar su felicidad. Su figura se va difuminando como un testigo invisible del amor que ayudó a construir.

La historia culmina con un gesto íntimo y luminoso: Jean Valjean muere en paz, abrazado por el recuerdo del bien que hizo y acompañado por una oración sencilla. Como dice Hugo, «no hay nada más poderoso que una conciencia tranquila al final del camino».

Con este cierre, la novela no solo pone fin a una vida marcada por el sacrificio, sino que también confirma su mensaje esencial: el ser humano puede renacer a través del perdón, la compasión y la capacidad de amar incluso desde la sombra.

Fuente: tomada de pepecomenta.com