Jeannette Jara se convierte en la carta presidencial de la izquierda chilena tras contundente victoria en primarias

La exministra de Trabajo y militante del Partido Comunista, Jeannette Jara, será la candidata presidencial del bloque progresista en las elecciones generales de noviembre, tras ganar con amplia ventaja las primarias de la izquierda chilena realizadas este domingo.

Con el 45 % de las mesas escrutadas, Jara obtuvo más del 60 % de los votos, superando ampliamente a Carolina Tohá, referente de la socialdemocracia, quien quedó en segundo lugar. En la contienda también participaron Gonzalo Winter, del Frente Amplio, que alcanzó el 8,9 %, y Jaime Mulet, de la Federación Regionalista Verde Social, con apenas un 2,8 %.

Se trata de un hito histórico: es la primera vez desde el regreso a la democracia que un representante del Partido Comunista liderará la candidatura presidencial unificada del oficialismo. Jara, que renunció a su cargo en abril para postularse, es percibida como una figura moderada dentro del comunismo chileno y ha mantenido posturas independientes respecto a temas como Venezuela y Cuba, lo que ha generado comparaciones con la expresidenta Michelle Bachelet.

Unidad en torno a Jara

Tras conocerse los resultados, los demás candidatos reconocieron la victoria de Jara y anunciaron su respaldo. Tohá calificó el resultado como «decepcionante», pero reafirmó el compromiso de su sector con la unidad progresista. Winter, por su parte, señaló que el Frente Amplio, pese a su baja votación, apoyará a Jara con toda su estructura política y territorial.

Jara liderará una coalición que buscará frenar el avance de una derecha dividida pero fuerte en las encuestas, compuesta por Evelyn Matthei (Chile Vamos), José Antonio Kast (Partido Republicano) y Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario), ninguno de los cuales participó en primarias.

Una figura con sello propio

Durante su gestión ministerial, Jara fue artífice de tres de las reformas sociales más ambiciosas del gobierno de Boric: el incremento del salario mínimo, la reducción de la jornada laboral a 40 horas y una reforma pensional orientada a fortalecer el sistema público. Estas políticas consolidaron su imagen como una gestora eficaz y cercana a la ciudadanía.

Con su candidatura, el Partido Comunista chileno busca retomar un rol central en el liderazgo nacional, desplazando momentáneamente a sectores tradicionales de la izquierda como el socialismo democrático. Para muchos, su nominación también representa una renovación dentro del PC, tradicionalmente dominado por liderazgos más ideológicos.

Jara, de ser elegida, se convertiría en la segunda presidenta comunista en la historia electoral chilena, luego de la postulación de Gladys Marín en 1999. Su principal desafío será cohesionar a toda la centroizquierda y competir en un escenario donde la derecha, aunque fragmentada, llega fortalecida.