William ‘El Palomo’ Dangond deberá pagar millonaria indemnización por accidente que dejó a motociclista con secuelas permanentes

William ‘El Palomo’ Dangond fue condenado por un accidente que dejó a un motociclista con secuelas permanentes. // Foto: Captura de pantalla.

El Tribunal Superior de Valledupar confirmó la responsabilidad civil de Dangond Baquero, padre del cantante Silvestre Dangond, en un accidente ocurrido en 2020. La víctima, Alejandro Nieves, sufre graves afectaciones físicas y emocionales.

William ‘El Palomo’ Dangond, padre del reconocido cantante vallenato Silvestre Dangond, fue condenado a pagar una millonaria indemnización tras ser hallado responsable de un accidente de tránsito ocurrido el 6 de diciembre de 2020 en Valledupar. La decisión fue confirmada el pasado 26 de junio por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Valledupar, a través de su Sala Civil Familia Laboral, ratificando el fallo emitido en marzo de 2024 por el Juzgado Segundo Civil del Circuito de esa ciudad.

El proceso judicial establece que Dangond Baquero incurrió en responsabilidad civil extracontractual por los hechos que dejaron al motociclista Alejandro Guillermo Nieves Martínez con secuelas físicas permanentes, luego de un siniestro vial que transformó radicalmente su vida.

Como parte de la condena, el padre del artista vallenato deberá pagar $51.222.272 por lucro cesante consolidado, resultado de la pérdida de capacidad laboral de Nieves. Además, se le impuso el pago de 28 salarios mínimos legales vigentes por concepto de daño moral y 20 salarios mínimos por el daño a la vida de relación, en reconocimiento al impacto emocional, social y familiar que ha padecido la víctima.

Aunque la defensa de ‘El Palomo’ Dangond apeló la sentencia de primera instancia, el Tribunal confirmó en su totalidad la decisión del juzgado, con lo cual se cierra el proceso judicial en su contra.

“El que está sufriendo soy yo”: testimonio de la víctima

Tras conocerse el fallo definitivo, Alejandro Nieves Martínez reapareció públicamente a través de un video difundido en redes sociales, donde narró con crudeza las condiciones que enfrenta desde hace casi cinco años. “El que está sufriendo soy yo”, aseguró visiblemente afectado, desmintiendo versiones que señalaban que Dangond Baquero también había sufrido consecuencias físicas tras el siniestro.

En su testimonio, Nieves reveló que está a punto de perder una pierna debido a las lesiones sufridas y que sufre dolor constante, tanto físico como emocional. Asimismo, expresó el abandono institucional y social que ha sentido durante todo este tiempo: “He vivido esta lucha en silencio. Nadie sabe lo que es levantarse todos los días con dolor, sin poder trabajar, viendo cómo la vida de uno se desmorona”.

Este testimonio conmocionó a la opinión pública, especialmente en Valledupar y entre seguidores del artista Silvestre Dangond, cuyo padre ha evitado hacer declaraciones sobre el caso desde que inició el proceso.

El proceso legal y la sentencia definitiva

La sentencia establece un precedente en la región sobre el alcance de la responsabilidad civil por accidentes de tránsito, más aún cuando se trata de figuras públicas o familiares de personajes reconocidos. El fallo del Tribunal subraya que, independientemente del estatus social o familiar, los hechos deben repararse cuando una persona sufre un perjuicio de tal magnitud.

Con la condena firme, la justicia colombiana da por concluido un proceso que se prolongó durante casi cinco años y que, pese a su desenlace legal, deja abierta una profunda herida emocional y física para la víctima.

Sin declaraciones por parte de la familia Dangond

Hasta el momento, ni William Dangond ni su hijo Silvestre se han pronunciado públicamente sobre la decisión judicial. Tampoco se ha conocido si la defensa del condenado presentará algún recurso ante instancias superiores como la Corte Suprema de Justicia, aunque los expertos consideran que el proceso está jurídicamente cerrado con este pronunciamiento.

Mientras tanto, la historia de Alejandro Nieves continúa siendo símbolo de lucha y de las profundas consecuencias que un accidente vial puede acarrear, especialmente cuando la justicia tarda, pero llega.

Y.A.