EN VIDEO: Funeral de ‘Comando 18’ revela poder armado de las Autodefensas en la Sierra Nevada

En una demostración de fuerza, más de 100 hombres armados de las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN) rindieron honores a uno de sus comandantes caídos, evidenciando su control territorial y simbólico en zonas rurales de Santa Marta.

Este viernes 27 de junio de 2025, en la vereda Machete Pelao’, zona rural de Santa Marta, se vivió un acto fúnebre tan simbólico como inquietante: más de 100 hombres armados, presuntamente miembros de las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN), rindieron un homenaje militar a Eduardo Henao Marques, conocido como alias Comando 18, comandante de esta organización criminal.

La escena, captada en videos e imágenes que circularon entre líderes comunitarios, mostró una calle de honor formada por hombres con uniformes tipo militar, rostros cubiertos y fusiles en mano, en una ceremonia que incluyó ráfagas de disparos al aire. En medio del sepelio, una vocera del grupo lo calificó como “un líder valiente” que “murió en su ley, defendiendo nuestras causas”.

Alias Comando 18 murió en combate durante una operación en La Guajira, donde encabezaba una ofensiva para recuperar un campamento ocupado por el Clan del Golfo, grupo rival. Fue alcanzado por un disparo en la cabeza durante el repliegue y, ya herido, habría sido rematado por sus enemigos.

Alias Comando 18
Comando 18, jefe de ACSN, muerto en combates contra Clan del Golfo,era hermano de Mario Giraldo, asesinado en su momento junto con Chucho Pachenca, y hermano de Enilse Giraldo, presidenta de la JAC de Guachaca. // Foto: X – @PoloDiazG

Durante el sepelio estuvieron presentes los dos principales comandantes del grupo: alias Cholo y alias Pitaliso o Comando 32, jefes de una estructura armada que, según fuentes de inteligencia, contaría con más de mil hombres en armas. También asistieron campesinos y familiares del fallecido, algunos en silencio, otros mostrando admiración o temor.

Las ACSN reafirmaron su compromiso de continuar con su “defensa del territorio y los campesinos” y aseguraron que la muerte de su comandante no quedará impune. Este acto fúnebre, más allá de su carga simbólica, se traduce en un desafío directo al Estado de Derecho, al exhibir una capacidad de organización y control territorial que va más allá del discurso.

La ceremonia refleja cómo en regiones apartadas, como la Sierra Nevada, las estructuras armadas ilegales siguen imponiendo su narrativa. Mientras en las ciudades el conflicto se percibe distante, en veredas como Machete Pelao’ la guerra se libra a diario. Comando 18, para algunos, fue un temido comandante; para otros, un protector. Para todos, una muestra de que la disputa armada en Colombia aún no ha terminado.

Y.A.